quinta-feira, 5 de novembro de 2009

La noche que ningún argentino durmió

Bielsa no encuentra explicación, Batistuta sufre desde el banco
El dolor de Batistuta, el consuelo de Ayala

Zanetti lucha con Svensson, toda una postal del partido

La madrugada del 12 al 13 de Junio de 2002 será recordada siempre por los argentinos como la noche que nadie durmió, puesto que por la diferencia horaria existente entre Argentina y Japón el partido frente a Suecia, decisivo para la clasificación albiceleste en el grupo F de la primera fase del Mundial 2002 comenzó a las 3.30 AM.
El ciclo del DT Marcelo Bielsa había comenzado 3 años atrás, más precisamente en Febrero de 1999 frente a Venezuela en Maracaibo y había incluido un paso firme en las eliminatorias sudamericanas venciendo en el grupo y sacándoles 12 puntos de ventaja a Ecuador, 13 a Brasil y Paraguay y 16 a Uruguay, el último clasificado.
También obtuvo valiosos resultados en amistosos venciendo a España, Italia y Alemania y empatando con Holanda e Inglaterra siempre como visitante.
Su estilo de juego muy europeo influenciado por el fútbol total holandés de los 70,
más la dinámica alemana del mundial ´90 y el toque Van Gaal del Ajax de mediados de los ´90 conformaban un fútbol de mucha presión en todos los sectores del campo con jugadores que atacaban y defendían en bloque y aprovechaban todo el ancho de la cancha. Contaba con un lanzador excepcional como Juan Sebastián Verón, un jugador polifuncional y de gran temperamento como Juan Pablo Sorín, la potencia goleadora de Batistuta, un fabuloso líbero como Roberto Ayala y compañeros de buen nivel como el “Cholo” Simeone, el “Burrito” Ortega, Pablo Aimar, “Kily” González, Crespo y otros.
Ese mismo fútbol poco afín al estilo argentino le generaba adeptos y detractores, entre este último grupo estaba gran parte de la prensa local muy enojados con el gran DT por su trato con la prensa, puesto que no daba notas sino que brindaba largas conferencias de prensa.
A pesar de ello se lo reconocía como un trabajador incansable, meticuloso, obsesivo, ensimismado, capaz de suplantar a un jugador a los 30 minutos de juego y reemplazar al recién ingresado por otro suplente 15 minutos después por estar disconforme con su rendimiento. No obstante los resultados lo acompañaban, pese a recibir severas críticas.
Argentina y Francia llegaban al mundial con el rótulo de candidatos máximos debido a sus actuaciones internacionales y a la calidad de sus jugadores, la gran mayoría eran todavía muy jóvenes en 1998 y ahora estaban en su plenitud futbolística.
Los albicelestes no conjugaban en primera persona el verbo perder desde el 26 de Julio de 2000 cuando cayeron 1-3 frente a Brasil en San Paulo, desde entonces acumulaban un invicto de 17 partidos.
Argentina conformó el denominado “grupo de la muerte”, pues debía enfrentar a Nigeria a sabiendas de los dolores de cabeza que le producían a los albicelestes los equipos africanos como Camerún en 1990 y la misma Nigeria en 1994, Inglaterra que llegaba muy sólida y con muy buenos jugadores en su plantel, y el difícil equipo sueco que contaba con una de las mejores defensas de Europa.
El equipo comenzó su preparación al mundial con los jugadores llegados de Europa muy cansados, pues casi todos habían llegado a instancias finales de liga o copas con muy poco descanso para afrontar el Mundial.
Las cosas no empezaron bien para Argentina, Nelson Vivas se quedó fuera del mundial un par de semanas antes. Pochettino, Simeone, Verón, Batistuta y Ayala tuvieron lesiones durante esta etapa. Almeyda y Gallardo no estaban para jugar 90 minutos. Ayala se resintió de un desgarro horas antes del debut ante Nigeria. Como si esto fuera poco el último convocado, el veterano Canniggia, también se lesionó durante la concentración
El esperado debut se produjo frente a los nigerianos y fue victoria 1-0 con un cabezazo de Batistuta tras un corner, en un partido en donde le costó mucho crear situaciones de gol frente a los potentes nigerianos.
En el segundo encuentro se produjo una inesperada derrota frente a los ingleses con un gol de penal convertido por el controvertido David Beckham. El equipo tuvo 15 minutos de desconcierto después del gol y sólo el ingreso de Aimar en el segundo tiempo por el desconocido Verón le dio un poco de movilidad y alguna chance de empatar al seleccionado argentino, el cual por primera vez en mucho tiempo se encontraba en desventaja y no supo ni pudo revertirlo.
Esa derrota obligaba a los sudamericanos a ganar éste último encuentro frente a los suecos, pues estos le habían empatado a Inglaterra y cosechaban entonces un punto más en la tabla. Si Argentina empataba debía esperar que las panteras africanas vencieran a los británicos por 2 goles de diferencia.
Bielsa dispuso 4 cambios respecto al partido con los británicos: Aimar y Almeida por Verón y Simeone quienes no estaban en su mejor forma física, Claudio López por el Kily González buscando más profundidad en ataque y Chamot por Placente quizás para reforzar la zona defensiva.
Los cambios dejaban entrever el disgusto del técnico con el juego argentino.
El plan de la dupla técnica sueca era esperar a Argentina en su propio campo con una doble línea de 4 y marca escalonada, presionar sobre los laterales con los volantes y obligarlos a tirar centros que seguramente rechazarían sus altos defensores, si conseguían arrebatarles la pelota confiarían en la velocidad de Ljunberg y Henrik Larsson y el oportunismo goleador de Allback.
El partido había concitado gran expectativa en Argentina. Muy pocos durmieron esa noche hasta la hora del partido programado, la gran mayoría se reunió con familiares y amigos en sus hogares para esperar y seguir las alternativas del juego. Los bares extendían sus horarios de trasnoche por el mundial y esperaban seguir facturando mientras Argentina superara las distintas fases clasificatorias.
Para el pueblo argentino su selección representaba la única alegría posible en tiempos económicos, políticos y sociales muy difíciles tras la crisis de Diciembre del año anterior que había terminado trágicamente con la retirada del gobierno de turno.
La gente, los medios, los jugadores locales, todos depositaban una gran dosis de fe en el equipo que cargaría con una tremenda responsabilidad y demostraría que no estaba a la altura de las circunstancias.
Comenzó el partido en el estadio de Miyagi siendo muy parejo desde el comienzo. Argentina tuvo sus primeras oportunidades serias cuando el arquero sueco Hedman detuvo un cabezazo de Sorín tras un centro de Javier Zanetti y el mismo jugador desvió otro cabezazo por sobre el travesaño.
Luego llegaría el festival de oportunidades desperdiciadas por el errático Claudio López ante pases servidos por Ariel Ortega.
Al equipo argentino le costaba penetrar la sólida defensa de 4 y hasta 5 jugadores que colocaba Suecia, las paredes no prosperaban y los innumerables centros lanzados por aire o tierra eran indefectiblemente repelidos por los nórdicos.
Solamente desequilibraba por acciones individuales de Aimar u Ortega, pero casi siempre los destinatarios de sus descargas tenían poco espacio de maniobra y eran anticipados por los suecos.
El segundo tiempo no cambió en nada ambos planteos, pero apenas comenzado el mismo Andreas Svensson ejecutó un tiro libre que se fue cerca del poste. Fue solo un aviso.
Faltando mas de media hora Bielsa hace ingresar al goleador Crespo e inexplicablemente reemplaza a Batistuta confirmando que no desea que jueguen juntos aun con las urgencias de tener que conquistar un gol . El recién ingresado se coloca en la barrera que espera por un peligroso tiro libre en contra y es espectador privilegiado de la magnífica ejecución de Svensson que pasa por sobre la barrera y hace estéril la estirada de Cavallero, 0-1 y ahora si que Argentina está complicado.
Bielsa quema las naves. Ingresan simultáneamente Verón y Cristian González por el volante central Almeyda y Sorín, quien durante gran parte del partido fue un atacante más.
El ataque argentino ahora es una embestida que choca una y otra vez contra la muralla sueca. Los suecos pueden aumentar pero Cavallero toma un difícil rebote tras un tiro de Andersson que había rebotado en Pochettino.
Aimar remató al arco pero un defensor sueco se interpuso y faltando 7 minutos un disparo a quemarropa de Zanetti fue controlado por el arquero.
Suecia tuvo las más clara faltando 5 minutos al estrellarse en el travesaño un tiro de Andersson. Tres miutos después un enganche de Ortega fue detenido con foul dentro del área sueca y el árbitro sancionó penal para lo albicelestes. El propio Ortega se encargó de la ejecución, el arquero desvió la pelota pero Crespo tomó el rebote y sentenció el empate,
Los últimos minutos transcurrieron entre los nervios y el ímpetu argentinos y la desesperada defensa sueca que enterada ya del empate de Inglaterra se aferró con uñas y dientes a la igualdad.
Llegó el pitazo del árbitro asiático y la desazón argentina se pintó en los rostros de los jugadores que no podían creer que su paso por tierras orientales acababa tan pronto.
Ahora sí que en Argentina nadie podría dormir tranquilo esa noche.
Se le achacó al técnico su obstinación de no incluir en el mismo equipo a la dupla Batistuta-Crespo, la elección de jugadores que no estaban físicamente para soportar el trajín de un mundial, lo real es que defendió hasta último momento sus ideas.
Lo cierto es que el equipo nunca logró el funcionamiento que había tenido previamente, un poco por los planteos de los equipos que tuvo que enfrentar y otro tanto por bajos rendimientos futbolísticos de algunas de sus figuras.
Se notó la falta de un plan B por parte del técnico cuando las cosas no salían según del modo deseado y una resistencia por parte de los jugadores a salirse del riguroso esquema adoptado, eso hizo que el equipo se tornara repetitivo y previsible. Solo Aimar, Ortega y Sorín se salían del libreto y podían sorprender a los rivales.
Lo cierto es que un gol de penal y otro de tiro libre dejaron eliminados a los argentinos.
La AFA le renovó inexplicablemente el contrato a Marcelo Bielsa, quien dirigió hasta bien entrada la clasificación para Alemania 2006 y dejó al equipo virtualmente clasificado. En el medio logró la medalla dorada en los juegos olímpicos de Atenas 2004 donde nuevos nombres como los de Mascherano, Saviola, Tévez comenzaban a ser familiares. Luego llegaría la hora de Néstor Pekerman de destacada actuación en seleccionados juveniles.
Los suecos fueron eliminados por Senegal en octavos de final cayendo 2-1, lo que confirmaba que no se trataba de un gran equipo sino que había tenido buenos planteos tácticos ante sus anteriores rivales.

Síntesis
Primera rueda Mundial Corea-Japón ´02 - 3ra. Fecha grupo “F”
Jugado el 12 de Junio de 2002. Estadio Miyagi, Miyagi -Espectadores: 45.000
Argentina (1): Cavallero; Pochettino, Samuel, Chamot; Zanetti, Almeyda (Verón), Aimar, Sorín (Cristian González, 63); Ortega; Batistuta (Crespo), C. López. DT: Bielsa
Suecia (1): Hedman; Mellberg, Mjallby, Jakobsson, Lucic; Alexandersson, Linderoth, Svensson (Jonson), Ljungberg; Allback (Andersson), Larsson. DT: Soderberg-Lagerback
Goles: Svensson (59’), Crespo (88’)
Árbitro: Alí Bujsaim (Emiratos Árabes Unidos)

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