Argentina venció por 4 a 1 a España en el estadio Monumetal de River Plate que se encontraba repleto de enfervorizados hinchas que gozaron con el juego de su selección ante un rival de gran categoría como hace tiempo que no lo hacían, quizás desde el triunfo por 3-1 frente a Brasil en las eliminatorias para el Mundial 2006.
Pero debe tomarse la debida consideración del importante triunfo sudamericano sin entrar en la típica dicotomía argentina del éxito o el fracaso que tantas veces ha producido infaustas realidades con el paso del tiempo.
Para la selección argentina era un partido de vida o muerte que servía para vengar la categórica eliminación del último Mundial a manos alemanas y era también la revancha del amistoso de Noviembre último donde los españoles habían mostrado una evidente superioridad.
Para los más cuestionados del último Mundial como Messi, Heinze o Demichelis representaba una suerte de revancha ante su propio público, para otros como Zanetti, Cambiasso y D’alessandro era una segunda oportunidad con la albiceleste y querían aprovecharla al máximo.
Sergio Batista, el actual técnico, también se jugaba su chance de ser ratificado como entrenador del equipo por lo menos hasta la Copa América del próximo año poniendo a prueba en esta ocasión su temple y capacidad al frente del grupo.
Es por eso que para la selección argentina el encuentro era mucho más que un amistoso ante el mejor equipo del Mundo.
La Selección Española, en las antípodas, goza de las mieles del éxito que otorgan la obtención de la Eurocopa y el Mundial. Por lo tanto tomó este encuentro como una gira corta tras el paseo ante Liechtenstein de días atrás que marcó el comienzo de la clasificación para la Euro 2012.
Vicente del Bosque planificó varios cambios. No estuvieron Casillas, Capdevila, Sergio Ramos ni el “niño” Torres. Xavi Hernández y Pedro estuvieron en el banco de suplentes e ingresaron en el complemento y Puyol arrastraba una lesión
Marchena fue el reemplazante de Puyol y acompañó al sobreviviente Piqué en el centro de la zaga, Abreloa y Monrreal fueron quienes sustituyeron a los laterales Ramos y Capdevila, intentarían sumarse al ataque aunque sus labores defensivas serían flojas.
Piqué y Xabi Alonso batallarían en mitad de cancha, Iniesta y Cesc un poco más ofensivos y arriba Silva iría por derecha y Villa se movería por todo el frente de ataque.
Con un gran marco de público y un tiempo inmejorable el juez ecuatoriano Ruiz dio inicio al cotejo. Tras en comienzo donde España pretendió manejar el balón a discreción, el equipo Argentino presionaba en la mitad de la cancha con Mascherano secundado por Ever Banega y Cambiasso impidiendo el circuito futbolístico entre Xabi Alonso, Fábregas e Iniesta. Zanetti y Heinze eran salida por sus bandas y se replegaban ordenadamente.
Argentina tocaba rápido e intentaba progresar en el terreno, Messi jugaba en su posición del Barça tirado sobre la derecha en los últimos 30 metros, Tévez e Higuaín pivoteaban sobre el frente de ataque. De esa manera el astro rosarino colocó un fabuloso pase por elevación para Tévez quien quedó mano a mano con “Pepe” Reina y definió mal cruzando la pelota al segundo palo con poca puntería.
Pero fue en esa jugada donde Tévez descubrió el punto débil de los ibéricos y con dos pases mágicos rompiendo el achique de la defensa en línea española comenzó a definir rápidamente el partido.
Primero habilitó a Messi, quien definió de manera elegante empalando la pelota ante la salida del portero; el segundo fue obra de Higuaín quien picó al vacío, dominó el balón, tiró la gambeta larga sobre el arquero y definió desde un ángulo muy cerrado superando el desesperado cierre de Piqué. Iban 14 minutos y el local ganaba 2-0 al campeón del Mundo, algo que ni el más optimista de los hinchas argentinos aventuraba.
Argentina tuvo 10 minutos brillantes donde España parecía desconcertada ante el anticipo, la garra, el toque, la velocidad y la precisión de los jugadores locales que parecían multiplicarse en el terreno de juego.
En una jugada aislada donde Tévez fue a presionar la salida del arquero Reina, éste resbaló y erró el despeje – a causa de los resbaladizo del terreno que había sido regado excesivamente con anterioridad al jugo –, entonces el delantero del Manchester City aprovechó el regalo y aunque el guardametas se recuperó con lentitud no pudo impedir el gol a pesar que se arrojó aparatosamente sobre el argentino.
Pudo descontar España Copn dos tiros en los palos de Villa, el segundo tras un tiro libre que rozó en Mascherano, pero Argentina se fue al descanso con un 3-0 que parecía exagerado, aunque no exento de justicia porque el local había arrollado al campeón del Mundo y había estado muy acertado en la definición.
Movió las fichas Del Bosque en el complemento con los ingresos del longilíneo Llorente y el movedizo Navas por Villa y Silva. Argentina se replegó notablemente y cedió pelota y terreno a su oponente que poco a poco comenzó a aproximarse a la valla de Romero. Navas comenzó a preocupar por la banda de Heinze y tras un magnífico desborde y perfecto centro al área, Llorente se perdió el descuento de cabeza porque su altura le jugó en contra.
Argentina de contragolpe generó una magnífica jugada entre Messi, Banegas y ulterior pase de taco de Cambiasso para el remate de Higuaín que Victor Valdés – reemplazante del desafortunado Reina – envió la corner.
Con el ingreso de Pedro por Xabi Alonso y Xavi Hernández por Fábregas España atacaba con tres delanteros: Navas por derecha, Pedro por izquierda y Llorente de ariete llegando a fabricar las mejores ocasiones con algunos tirose de media distancia y una pelota de Navas que pasó por toda el área chica sin que nadie pudiera empujarla. Cazorla que había reemplazado al inofensivo Iniesta hacía un rato reventó el palo nuevamente. Argentina hacía poco y nada en ofensiva, sólo un gran apilada de Messi que concluyó con pase tardío a Di María, quien había reemplazado al golpeado Tévez, que fusiló al arquero inflando la red, pero estaba en posición adelantada.
Llorente se las ingenió para descontar con una formidable media vuelta de derecha que fue inalcanzable para el arquero argentino.
Messi lo tuvo nuevamente tras una gran incursión en el área gambeteando rivales, pero llegó trastabillando y su disparo fue débil, además podía haber habilitado al “Kun”Aguëro – sustituto de Higuaín – que estaba en inmejorable posición.
El ingreso de D’alessandro por Messi faltando un par de minutos le inyectó al equipo argentino más movilidad y fue así que el volante campeón de América juntó rivales con algunos amagues en el borde del área, cedió a la izquierda a Heinze que colocó un preciso centro para el prefecto cabezazo de Agüero de pique al suelo y junto a la base del palo derecho de Valdés que estableció el definitivo 4-1 que no reflejó realmente la diferencia entre ambos equipos en el desarrollo de todo el encuentro.
El público despidió con un emotivo aplauso a todos los protagonistas, conscientes que habían visto un gran espectáculo que satisfizo ampliamente sus expectativas.
Definitivamente fue un partido en el cual el conjunto local fue más ambicioso y le impuso su fútbol al campeón del mundo, fue práctico y contundente. Con la ventaja se replegó y aguantó los tibios embates de la selección roja tratando de dar la estocada final que sucedió en el último minuto.
Muy bien Messi, cómodo en esa posición, Tévez e Higuaín imparables confirmando lo que habían realizado en el último Mundial y demostrando que Argentina en ofensiva y bien respaldado por los volantes es temible. Tampoco desentonaron Agüero y D’alessandro los pocos minutos que estuvieron en la cancha sumando nuevas variante al técnico.
Sensacionales labores de los hombres del Inter: Zanetti y Cambiasso corriendo, anticipando, marcando, tocando y mostrándose libres. Sorprendente la actuación de Banega jugando con mucho aplomo como si tuviese diez años de selección nacional en sus espaldas.
Firmes en defensa Milito y Demichelis ganando de arriba y abajo y seguros en los cierres, como en uno del segundo tiempo donde el jugador del Bayern Munich evitó sobre la línea un seguro gol de Cazorla. Mascherano con el despliegue habitual y bien asistido por sus compañeros, Heinze con marca y proyección permanente como en el último gol, sufriendo a veces en el mano a mano con Navas, pero salvando sus deficiencias con mucho ímpetu y gran ascendencia sobre sus compañeros. Y Romero tras un primer tiempo tranquilo fue exigido en el complemento respondiendo bien y con buen sentido de la ubicación.
El técnico aclaró que trataba de copiar el modelo Barça-Selección Española, pero con la idea de adaptarlo según la conveniencia y con el toque de clase del jugador argentino.
En términos generales una buena actuación del seleccionado argentino que puede ser el punto de parida hacia un proceso exitoso si los resultados y los jugadores acompañan al “checho” Batista, quien muestra un perfil lógicamente más bajo que su antecesor y tiene pleno apoyo del mandamás de la AFA don Julio Humberto Grondona dispuesto a dar vuelta la página del ciclo de Diego Maradona, que estuvo más cerca de las revistas de espectáculos que de las deportivas.
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