Un familiar mío que vive hace más de 20 años en España y llegó de vacaciones no puede creer la situación actual del fútbol argentino. Se encontró con una sobre oferta de partidos en muchos canales de televisión sin poder discernir cuales pertenecían a primera división y cuáles a la segunda.
Había leído en Europa sobre el proyecto impulsado por la AFA, finalmente trunco, de fusionar ambas categorías y creyó que ya estaba en marcha. Mucho más me costó explicarle que Atlético Rafaela es el puntero del torneo Apertura y que RIver Plate y Rosario Central pelean por la punta en el torneo Nacional B.
Tampoco le gustaron algunos partidos, pues le parecieron aburridos, con mucha marca y pocas situaciones, con muchas precauciones y poca osadía. Hilando un poco más fino tampoco vi{o jugadores que lo deslumbraran técnicamente, más bien observó jugadores de gran despliegue físico, pero con poca inteligencia para parar la pelota, amagar, colocar un pase o un centro medido salvo algunas pocas excepciones. Observó poca técnica y un exagerado culto a a la fricción. Se sorprendió que los hinchas aplaudieran un rechazo a la tribuna e insultaran a un defensor cuando pretendía salir jugando desairando a algún delantero.
Entonces comprendió que muchas cosas habían cambiado, que la primera división se había nivelado para abajo, que ya no salían tantos juveniles de buenas condiciones en las divisiones inferiores. Que los mejores jugadores argentinos estaban diseminados por todo el mundo. Le pareció recordar que esto mismo sucedía en Uruguay a principios de los noventa. Le advertí que ahora mismo Uruguay había resultado cuarto en el último mundial y que era el actual Campeón de la Copa América, que Peñarol y Nacional habían recuperado el orgullo perdido.
Finalmente me dijo que Argentina podía recuperarse de la misma manera pero que el cambio llevaría muchos años de acuerdo a lo que observó hace unos días. Les recuerdo que mi pariente se regocija cada fin de semana viendo jugar al Barcelona y al Real Madrid, por lo que sus opiniones pueden tender a la exageración. Les comento como hecho anecdótico que en su Zaragoza actual ha tenido la suerte de compartir momentos con Gabriel y Diego Milito, Aimar, D’alessandro, Ponzio y Ayala cuando estos vestían la casaca del club aragonés, por lo que algo del tema conoce y entiende.
Pero creo firmemente que ya nos estamos acostumbrando a esta mediocridad, a los partidos aburridos y los espectáculos grotescos que nos ofrece nuestro fútbol vernáculo cada fin de semana.
Decía meses atrás en esta misma columna que Vélez (7) y Estudiantes (2) habían sido los mejores equipos de los últimas dos temporadas y que cada uno de ellos había cimentado su crecimiento institucional con una apuesta a sus técnicos, a sus divisiones inferiores y con una política seria de transferencias y contrataciones. Esta estrategia había dado sus frutos con la obtención de títulos y una destacada participación en torneos internacionales.
Pero Vélez no pudo sucumbir a la tentación y terminó transfiriendo a su nueva gema “Ricky” Álvarez, al goleador Silva y al talentoso volante Maxi Moralez a Italia. El resultado por ahora ha sido poco afortunado, pues las recientes derrotas frente a All Boys (6) y Olimpo de Bahía Blanca (5) han alejado al flamante campeón del lote de punteros.
Estudiantes, ahora bajo la dirección técnica de Miguel Ángel Russo, no encuentra el rumbo y le cuesta mucho convertir las ocasiones que genera, sobre todo por el flojo momento del repatriado Mauro Boselli y las idas de un valor fundamental, Enzo Pérez y una promesa, Federico Fernández y algunos desacoples defensivos que ya se habían manifestado bajo la conducción de Eduardo Berizzo.
Atlético Rafaela (12), uno de los equipos recién ascendidos, se ha transformado en la sorpresa del torneo en base a un trabajo de equipo que arrastra desde el Nacional “B” y la buena adaptación de algunos jugadores a la primera división como el arquero Sera, Fontanini y Serrano más la experiencia de Walter Gaitán y Darío Gandín.
Boca Juniors(11) ha jugado de menor a mayor en este torneo y a pesar de no haber rendido en todo su potencial ha ganado algunos partidos importantes debido a la buena labor de algunas individualidades como el veterano Schiavi, Riquelme, Viatri y Mouche. Sin embargo su técnico no está plenamente conforme, pues cuando Riquelme no juega, el equipo no encuentra el conductor que necesita porque Ervitti y Chávez están lejos de parecerse al 10 boquense.
Lanús (11) es el otro escolta demostrando que su último subcampeonato no fue producto del azar y que dispone de las armas para pelear bien arriba. El buen momento del recuperado Camoranesi, las atajadas de Marchesìn, el despliegue de Fritzler, las pinceladas de Valeri y la potencia de Regueiro conforman un equipo equilibrado y consciente de lo que busca en la cancha.
Los hinchas de Racing (9) todavía no han podido cumplir su sueño de ver juntos a Giovani Moreno y Teófilo Gutiérrez, puesto que mientras el primero regresó de su grave lesión, su compatriota tuvo que purgar una fecha de suspensión tras la expulsión frente a Arsenal. Igualmente poco pudo hacer Gio para quebrar el cero frente a All Boys. El conjunto dirigido ahora por Diego Simeone se mostró impreciso e irresoluto ante el esquema defensivo impuesto por sus últimos dos rivales.
El otro equipo de Avellaneda, Independiente (4) está en llamas, tras la derrota ante Boca y luego de perder la Recopa frente al Inter de Porto Alegre renunció el turco Mohamed tras polémicas declaraciones que desnudaron la falta de consenso dentro de la comisión directiva para respaldarlo. Cierto es que el equipo no daba respuestas físicas ni anímicas salvo algunas excepciones, pero también es cierto que el campeonato recién arranca y el “rojo” tuvo el extenuante viaje a Japón y los decisivos encuentros frente al Inter mientras los otros equipos venían de una pretemporada menos intensa. Por estas horas se especula con los nombres de Trossero, Fossatti, y Cagna. Más lejos en el horizonte aparecen los nombres del “tolo” Gallego y Martino para sucederlo en el cargo.
San Lorenzo (7) había arrancado con paso firme tras la contratación como técnico del “turco” Assad y la llegada de algunos refuerzos como el ex All Boys Emmanuel Gigliotti y el veterano goleador Bernardo Romeo, pero un remate desde muy lejos de Mansanelli con cierta complicidad del arquero Migliore posibilitó el primer triunfo de Belgrano de Córdoba y la desazón para el “ciclón” que se mostró inoperante ofensivamente para lograr al menos el empate. Tal como le ocurriera a RIver durante el último torneo deberá jugar espiando las dos tablas, la de la punta y la de los promedios para evitar el descenso al igual que Racing y Arsenal que lo aventajan por apenas 1 punto.
El polémico técnico Ricardo Lavolpe retornó al país para hacerse cargo de Banfield (0) que perdió en sus 5 presentaciones del torneo, lo que motivo la renuncia del “gallego” Méndez.
Como los cuatro equipos ascendidos – Atlético Rafaela, Unión de Santa Fe, Belgrano de Córdoba y San Martín de San Juan – ganaron al menos un partido la situación de Tigre y Olimpo de Bahía Blanca parece ser complicada si los debutantes mantienen estos rendimientos. No será tarea fácil y cada partido será jugado como una final.
Mientras tanto esperamos que los partidos mejoren un poco, puesto que quiero que mi familiar no se lleve tan mala impresión el caduco y varias veces desprestigiado fútbol argentino, aquel que tanto amamos y por el cual sentimos tanta pena por haber conocido épocas felices.
terça-feira, 6 de setembro de 2011
La visión de un familiar que vive en España
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