segunda-feira, 29 de junho de 2009

El 6 a 0 a Perú (segunda parte)

La trístemente célebre Junta Militar festeja uno de los goles argentinos

Gobernaba en la Argentina una junta militar que había derrocado a un gobierno constitucional jaqueado por los sectores más revolucionarios, por la inflación y por los propios militares.
La seguridad nacional era la principal doctrina de este gobierno de facto que rápidamente inició una feroz persecución a sus opositores que incluía amenazas, atentados, detenciones, interrogatorios, tortura y muerte. Asimismo contaba con el control integral de los medios de comunicación y había suspendido la actividad parlamentaria.
El Mundial pasó a ser prioridad nacional para el gobierno, por este mptivo gastó enormes fortunas para construir y reacondicionar estadios, hoteles y rutas. El Mundial serviría para limpiar la imagen del país ante la prensa internacional, la cual sabía que existían violaciones a los derechos humanos por parte del régimen gracias a la difusión de noticias por buena parte de los exiliados .
No era de extrañar entonces que a medida que Argentina avanzaba en el torneo crecía el clima de triunfalismo y aquello que en un principio parecía un sueño podía convertirse en realidad, que el equipo local ganara el torneo.
Existen hipótesis sobre un acuerdo entre gobiernos, pues en Perú también gobernaba otra dictadura militar con buenas relaciones diplomáticas, sobre el envío de un barco con 35.000 toneladas de trigo y el otorgamiento de un préstamo por 50 millones de dólares sin intereses en calidad de ayuda alimentaria para Perú, lo cierto es que el decreto sobre el embarque se había firmado en marzo cuando era difícil de suponer que ambos equipos podían llegara a cruzarse. En cuanto al crédito se encontraba en etapa de estudio y solamente restaba aprobarse.
También se habla de un soborno perpetrado con fondos de la marina argentina a través de su hombre fuerte el almirante Massera y el vicealmirante Lacoste, quien en ese momento era vicepresidente de la FIFA y habría hecho al arreglo.
Parte de esos fondos habrían sido para funcionarios del gobierno, dirigentes de la FPF y el resto a repartir entre algunos jugadores y el cuerpo técnico. Los valores del presunto soborno difieren mucho, y obviamente no hay ningún registro de la operación.
Con el correr de los años ciertos jugadores han sido sindicados como los que recibieron dinero para echarse atrás, tal es el caso del arquero Ramón Quiroga, que es argentino y al cual se le atribuye dejado pasar un par de goles. El portero siempre negó su responsabilidad y apuntó hacia los marcadores centrales, en especial a Rodolfo Manzo.
Este reconoce haber recibido un llamado la noche anterior al partido ofreciéndole 50 mil dólares para no ofrecer resistencia al equipo argentino, pero niega haber recibido pago alguno. Las sospechas contra él aumentaron cuando en 1979 pasó a jugar al equipo argentino de Vélez Sarsfield, cuando hacía más de 10 años que ningún defensor peruano era contratado parar actuar en el fútbol argentino, y Manzo no era precisamente un fenómeno. Durante su estadía en Vélez tuvo un entredicho con el preparador físico a quien le habría sugerido que en el famoso partido habría corrido dinero entre algunos jugadores, pero luego y ante la difusión de sus palabras tuvo que retractarse. La causa terminó con una denuncia en la justicia que la cual salió indemne.
Al técnico Marcos Calderón se le cuestionó la inclusión del debutante Roberto Rojas como lateral, Quesada como cuarto volante y el cambio de Velásquez, el mejor volante peruano en ese partido, por el inexperto y dubitativo Gorriti quien fue responsable absoluto del último gol, lo cierto es que en el entretiempo Oblitas y Chumpitaz le habrían reclamado que reemplazara a Manzo, quien a su criterio no marcaba a nadie y se habría agachado en el gol de Tarantini, pero el DT lo mantuvo los 90 minutos.
Calderón falleció en la tragedia aérea de Alianza Lima en 1987, equipo del cual era entrenador y Rojas murió tras un accidente automovilístico, por lo tanto no pueden defenderse de las acusaciones formuladas.
Es el final. Los jugadores peruanos se despiden del Mundial

Otro punto negro es la visita del presidente argentino, el general Videla, al vestuario peruano antes del comienzo del partido recordada por Oblitas y Chumpitaz entre otros.
El dictador habría esbozado un breve discurso sobre la hermandad y unidad latinoamericana, poniendo especial énfasis en que todos los ojos del mundo estarían puestos en ese partido y recordando a los jugadores peruanos como debían comportarse, les habría deseado suerte y sin saludar individualmente se habría retirado. La percepción de los peruanos en ese entonces era que el partido había tomado el cáliz de cuestión de estado y que la visita se trataba de un ablandamiento psicológico.
También se comentó que los jugadores peruanos habrían sido sobornados por los brasileros, pero aparentemente la oferta fue modesta. Se hablaba de 6 mil dólares por jugador y un mes de vacaciones en la paradisíaca isla de Itaparica durante un mes.
Otros hablan de una oferta argentina de 250 mil dólares a repartir en el plantel si Perú se dejaba convertir 4 o más goles. Este hecho parece el más improbable puesto que cuando el plantel inca arribó después de un largo recorrido al estadio de Rosario Central una hora antes del comienzo del partido Brasil recién terminaba de ganarle 3-1 a Polonia.
Argentina estaba en el estadio desde un rato antes y cuando habían llegado Brasil empataba 1-1, cuando supieron del desenlace en Mendoza Menotti arengó a sus jugadores a dejar todo por llegar a esa final, ya sabían que había que convertir al menos 4 goles.
Haciendo un análisis de estados anímicos, Argentina llegaba entera físicamente, motivada por llegar a la final, con gran apoyo de su público y superando todas las instancias que se le proponían. Perú llegaba eliminado, con lesionados y diezmado físicamente, con ganas de volverse a su tierra, con un terrible miedo escénico, puesto que por primera vez tendrían al público en contra y en la curva descendente de su producción futbolística que había comenzado con el lejano e impensado triunfo frente a los escoceses.
Era lógico que Argentina pudiera golear a Perú en esa instancia, dependía solamente de controlar sus nervios. Lo cierto es que los peruanos después del 2 a 0 no opusieron ninguna resistencia y Argentina los vapuleó.
Sin embargo la historia de aquel partido no terminó de escribirse, y no resultaría raro que en los próximos años aparezca algún otro testimonio para esclarecer o reavivar mitos y leyendas.
Lo cierto es que ese partido le permitió a la selección argentina arribar a la final con los holandeses, mientras que Brasil lograba un tercer puesto que serviría más de consuelo que de premio.
“Los jugadores del Perú no sentirán ningún orgullo cuando oigan su himno nacional en la siguiente Copa Mundial” ironizó Coutinho, DT de Brasil y se autoproclamaron “campeones morales” de un campeonato que tuvo un único campeón: el equipo argentino.

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