Estudiantes de la Plata revalidó sus pergaminos de fines de los ’60 y logró su cuarta Copa Libertadores venciendo en la final y como visitante al difícil Cruzeiro de Belo Horizonte por 2 a 1 en el encuentro de vuelta en el Mineirao tras haber igualado en la ida 0 a 0.
No le faltaron virtudes a este Estudiantes para consagrarse campeón de la Copa, tuvo a un brillante Juan Sebastián Verón, jugador de gran categoría internacional que está dando los últimos pasos de una notable carrera y sueña con jugar su último Mundial en Sudáfrica. La prodigiosa pierna derecha del volante sumada a su empeño y su inteligencia contagiaron a todos sus compañeros quienes durante toda la Copa mostraron una gran voluntad de sacrificio y funcionaron como un gran equipo.
Atrás quedó la final perdida en la Copa Sudamericana el año anterior. Este equipo renació de las cenizas y con las ideas tácticas y la fortaleza anímica que infundió su nuevo técnico Alejandro Sabella se preparó para la conquista de América.
Ningún gol recibió como local desde que Sabella condujo el equipo en la Copa, lo que nos da una idea cierta de la solidez defensiva de este equipo con Desábato, Cellay, Ré, Angeleri mientras jugó y la incorporación del experimentado ex Boca Rolando Schiavi los últimos 4 partidos. Jugadores de buena marca, rápidos y con buena proyección los laterales; férreos y buenos cabeceadores en ambas áreas los centrales.
El arquero Andújar también transmitió gran seguridad bajo el arco y también en pelotas aéreas, por su rendimiento regular durante toda la Copa fue convocado por Diegop Maradona para defender la valla de la selección Argentina.
En el mediocampo se lució el pulpo Rodrigo Braña secundado por Leandro Benítez, preciso ejecutor de tiros libres y digno sucesor de Verón.
Enzo Pérez fue la revelación del mediocampo, tuvo claridad y cambio de ritmo además de una gran fuerza y fue desequilibrante en los últimos partidos.
Bosselli fue el goleador del “pincha” y de la Copa con 8 tantos y se reivindicó de un mal comienzo de temporada. Sabella le ratificó su confianza, aunque alternó algunos partidos con el veterano Calderón. Gastón “la gata” Fernández, autor del empate en el partido decisivo fue otro valor destacado por su gambeta y su rapidez en la resolución.
Tampoco defeccionó el uruguayo Salgueiro, autor de importantes goles durante las fases anteriores.
Sin dudas fue un equipo íntegro, que no se achicó de visitante ni en el Centenario ni en el Mineirao jugando de igual a igual, y que se hizo muy fuerte jugando en el Estadio único de La Plata.
No pudo Estudiantes en su estadio desenredar la telaraña defensiva que le impuso el equipo brasilero, aunque tuvo oportunidades de ponerse en ventaja como un par de tiros de Verón y un remate de Enzo Pérez desviados por el arquero Fabio, también pudo perderlo sobre el final cuando Kléber remató desviado desde inmejorable posición y con el arquero en el piso. Predominó el juego brusco y las agresiones que el árbitro Larrionda no supo o no quiso castigar como correspondían.
En la revancha Sabella supo plantearle a Cruzeiro un esquema que cortara los circuitos entre Kléber, Wellington, Ramires y Wagner entonces el equipo de Belo Horizonte intentó desbordar por los laterales y terminó tirando innumerables centros que fueron despejados por los grandotes de Estudiantes. Solamente tuvo una oportunidad en el 1º tiempo el equipo brasilero brillantemente anticipada por Andujar.
En el segundo tiempo tras un remate de media distancia de Henrique que desafortunadamente se desvió en Desábato, Cruzeiro abrió el marcador y empezó a manejar el balón, pero 5 minutos después y tras una gran jugada de Cellay, llegó el centro que conectó “la gata” Fernández y colocó el empate.
Cruzeiro sintió el golpe, pero Estudiantes no se amilanó, tuvo la suficiente capacidad física a pesar de la extensión del campo de juego y anímica sobre todo de ir a buscar el partido aprovechando las distracciones defensivas de su rival y fue así que un corner de Verón fue cabeceado de manera poco ortodoxa por Bosselli y la pelota ingresó de pique al suelo en el arco brasilero. Un murmullo de los 4000 hinchas platenses se escuchó en el infinito Mineirao. Faltaban 20 minutos y Estudiantes era el campeón.
Sufrió un poco al final con un tiro en el travesaño de Ribeiro y un par de pifiadas en el área chica, pero al final pudo levantar sus brazos en una cancha donde sólo Racing u Boca habían salido victoriosos.
Tras la hazaña el equipo de La Plata deberá reacomodarse puesto que Andujar y Fernández regresan a Europa, Angeleri y Alayes se recuperan de sus lesiones y algún otro jugador puede ser transferido. El mundial de clubes de Diciembre a realizarse en Diciembre de este año y gracias a los Petrodólares en Dubai lo aguarda, y allí seguramente se enfrentará con el Super Barcelona de Messi, Eto’o, Henry y Xabi.
Estudiantes puede ser campeón del mundo como hace 41 años en Old Trafford si se lo propone y mantiene la estructura. Será cuestión de esperar…
No le faltaron virtudes a este Estudiantes para consagrarse campeón de la Copa, tuvo a un brillante Juan Sebastián Verón, jugador de gran categoría internacional que está dando los últimos pasos de una notable carrera y sueña con jugar su último Mundial en Sudáfrica. La prodigiosa pierna derecha del volante sumada a su empeño y su inteligencia contagiaron a todos sus compañeros quienes durante toda la Copa mostraron una gran voluntad de sacrificio y funcionaron como un gran equipo.
Atrás quedó la final perdida en la Copa Sudamericana el año anterior. Este equipo renació de las cenizas y con las ideas tácticas y la fortaleza anímica que infundió su nuevo técnico Alejandro Sabella se preparó para la conquista de América.
Ningún gol recibió como local desde que Sabella condujo el equipo en la Copa, lo que nos da una idea cierta de la solidez defensiva de este equipo con Desábato, Cellay, Ré, Angeleri mientras jugó y la incorporación del experimentado ex Boca Rolando Schiavi los últimos 4 partidos. Jugadores de buena marca, rápidos y con buena proyección los laterales; férreos y buenos cabeceadores en ambas áreas los centrales.
El arquero Andújar también transmitió gran seguridad bajo el arco y también en pelotas aéreas, por su rendimiento regular durante toda la Copa fue convocado por Diegop Maradona para defender la valla de la selección Argentina.
En el mediocampo se lució el pulpo Rodrigo Braña secundado por Leandro Benítez, preciso ejecutor de tiros libres y digno sucesor de Verón.
Enzo Pérez fue la revelación del mediocampo, tuvo claridad y cambio de ritmo además de una gran fuerza y fue desequilibrante en los últimos partidos.
Bosselli fue el goleador del “pincha” y de la Copa con 8 tantos y se reivindicó de un mal comienzo de temporada. Sabella le ratificó su confianza, aunque alternó algunos partidos con el veterano Calderón. Gastón “la gata” Fernández, autor del empate en el partido decisivo fue otro valor destacado por su gambeta y su rapidez en la resolución.
Tampoco defeccionó el uruguayo Salgueiro, autor de importantes goles durante las fases anteriores.
Sin dudas fue un equipo íntegro, que no se achicó de visitante ni en el Centenario ni en el Mineirao jugando de igual a igual, y que se hizo muy fuerte jugando en el Estadio único de La Plata.
No pudo Estudiantes en su estadio desenredar la telaraña defensiva que le impuso el equipo brasilero, aunque tuvo oportunidades de ponerse en ventaja como un par de tiros de Verón y un remate de Enzo Pérez desviados por el arquero Fabio, también pudo perderlo sobre el final cuando Kléber remató desviado desde inmejorable posición y con el arquero en el piso. Predominó el juego brusco y las agresiones que el árbitro Larrionda no supo o no quiso castigar como correspondían.
En la revancha Sabella supo plantearle a Cruzeiro un esquema que cortara los circuitos entre Kléber, Wellington, Ramires y Wagner entonces el equipo de Belo Horizonte intentó desbordar por los laterales y terminó tirando innumerables centros que fueron despejados por los grandotes de Estudiantes. Solamente tuvo una oportunidad en el 1º tiempo el equipo brasilero brillantemente anticipada por Andujar.
En el segundo tiempo tras un remate de media distancia de Henrique que desafortunadamente se desvió en Desábato, Cruzeiro abrió el marcador y empezó a manejar el balón, pero 5 minutos después y tras una gran jugada de Cellay, llegó el centro que conectó “la gata” Fernández y colocó el empate.
Cruzeiro sintió el golpe, pero Estudiantes no se amilanó, tuvo la suficiente capacidad física a pesar de la extensión del campo de juego y anímica sobre todo de ir a buscar el partido aprovechando las distracciones defensivas de su rival y fue así que un corner de Verón fue cabeceado de manera poco ortodoxa por Bosselli y la pelota ingresó de pique al suelo en el arco brasilero. Un murmullo de los 4000 hinchas platenses se escuchó en el infinito Mineirao. Faltaban 20 minutos y Estudiantes era el campeón.
Sufrió un poco al final con un tiro en el travesaño de Ribeiro y un par de pifiadas en el área chica, pero al final pudo levantar sus brazos en una cancha donde sólo Racing u Boca habían salido victoriosos.
Tras la hazaña el equipo de La Plata deberá reacomodarse puesto que Andujar y Fernández regresan a Europa, Angeleri y Alayes se recuperan de sus lesiones y algún otro jugador puede ser transferido. El mundial de clubes de Diciembre a realizarse en Diciembre de este año y gracias a los Petrodólares en Dubai lo aguarda, y allí seguramente se enfrentará con el Super Barcelona de Messi, Eto’o, Henry y Xabi.
Estudiantes puede ser campeón del mundo como hace 41 años en Old Trafford si se lo propone y mantiene la estructura. Será cuestión de esperar…
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