El equipo de la hazaña esa tarde en el Monumental
Todo estaba preparado para la gran fiesta en el Monumental de Núñez, el círculo central y ambas áreas presentaban un llamativo color verde más oscuro que el natural del césped. El estadio estaba colmado, las banderas y los tradicionales papelitos inundaban el campo de juego. Cientos de periodistas de todo el mundo estaban acreditados para cubrir el partido que depositaría a Argentina en Estados Unidos 1994. Aunque su rival, Colombia, solamente necesitaba un empate para clasificar y se especulaba que los colombianos tratarían de hacer pasar los minutos con su característico toque de pelota que por momentos se hacía monótono y aburrido. Nada de ello sucedió y el equipo argentino sufriría en su propia casa la más grande humillación de la cual se tenga memoria.
Desde que Alfio “Coco” Basile se había hecho cargo del seleccionado en 1991, la selección había ganado 2 Copas América consecutivas: en Chile ese mismo año venciendo a todos sus oponentes de manera brillante y en Ecuador 1993 apelando un poco más al oficio y gracias a las mágicas manos de Sergio Goycoechea quien fuera el héroe ante brasileros y colombianos en sendas definiciones por penales.
El equipo había alcanzado la brillante marca de 33 partidos invictos que se cortó precisamente frente a Colombia en Barranquilla al caer por 2 a 1.
Argentina luego venció 2-1 a Perú y empató 0-0 frente a los guaraníes en este mismo estadio de River Plate.
Contaban los argentinos con grandes figuras como el arquero Goicoechea, héroe en el Mundial ´90; el capitán Ruggeri, único sobreviviente de los campeones del ´86; el temible goleador Gabriel Batistuta; el tenaz volante Diego Simeone; el finísimo Fernando Redondo y el preciso lanzador Leonardo Rodríguez.
Los colombianos habían hecho su primer aparición importante en la Copa América 1987 con Carlos “el pibe” Valderrama como sensación. El triunfo en la Copa Libertadores de Nacional de Medellín en 1989 y la clasificación al Mundial de Italia 90 fueron 2 pasos importantísimos para el crecimiento del fútbol colombiano.
En tierras italianas el conjunto dirigido por Francisco “Pacho” Maturana había superado la primera rueda y cayó en octavos de final merced a un grueso error del carismático arquero René “el loco” Higuita cuando pretendía gambetear al delantero camerunés Roger Milla, quien le quitó la pelota y marcó el gol decisivo.
Las posteriores Copas América ganadas por los albicelestes le permitieron a los cafeteros colocarse entre los 3 mejores equipos sudamericanos junto a Brasil.
Valderrama tenía nuevos compañeros rápidos, potentes y de buen toque como Freddy Rincón, “el tren” Valencia y Faustino Asprilla, además de la bravura de Leonel Álvarez en el mediocampo y la seguridad de Oscar Córdoba en el arco quien reemplazaba al famoso Higuita quien se encontraba preso la mediación en un secuestro.
Colombia cosechaba 8 puntos y el equipo local uno menos, por lo que el empate no le servía a Argentina para clasificar y en su fuero íntimo los muchachos de Basile quizás lamentaban oportunidad que habían desaprovechado ante Paraguay en este mismo estadio, quien su0maba 5 puntos y debía ganarle a Perú esperando una impensada derrota Argentina.
Maturana había colocado a sus mejores hombres en el terreno: Un mediocampo de lujo con “Barrabás Gómez” y Leonel álvarez en la recuperación y la distribución de juego, el “pibe “ Valderrama y Rincón en la creación y el tandem ofensivo compuesto por el “tino” Asprilla y el “tren” Valencia. La idea era aguantar los embates de Argentina, recuperar, controlar la pelota y aprovechar la rapidez de Rincón y Asprilla si Argentina no lograba abrir el marcador rápido y se adelantaba desesperadamente dejando espacios a sus espaldas. Así se dio el partido que comenzó con una tromba Argentina aunque sin generar demasiado peligro.
Córdoba controló sin mucho esfuerzo un tiro de Medina Bello desde fuera del área y Batistuta se trastabilló antes de definir un mano a mano tras una perfecta habilitación de Leo Rodríguez quien también tuvo su chance con un tiro libre apenas desviado.
Avisó Colombia con un remate de Freddy Rincón desviado con esfuerzo por Goicoechea tras una serie de amagues. Y a los 41 minutos llegó la primera sorpresa, Valderrama colocó un pase magistral al claro para el pique fulminante de Rincón quien tomó a contrapierna a Altamirano, eludió a Goycoechea con llamativa facilidad y definió con el arco vacío.
Algunos jugadores argentinos como Ruggeri y Simeone mostraban cierto nerviosismo y disgusto por el resultado, pero sobrevino el final del primer tiempo y se llevaron la bronca al vestuario.
Mayor fue la sorpresa cuando a los 5 minutos del complemento Asprilla bajó un pelotazo de más de 30 metros enganchó sobre la marca de Borelli y definió cruzado al segundo palo colocando el 0-2.
A partir de ese momento el equipo argentino evidenció una recuperación que no pudo ratificar en el marcador gracias a la gran tarea del arquero Córdoba quien detuvo de manera admirable 2 disparos a quemarropa de Batistuta y otro de Medina Bello desde muy buena posición. Los minutos pasaban y los nervios crecían en el equipo local. Los colombianos triangulaban la pelota, lo que ponía molestos a los jugadores albicelestes que no retaceaban brusquedades.
Desde que Alfio “Coco” Basile se había hecho cargo del seleccionado en 1991, la selección había ganado 2 Copas América consecutivas: en Chile ese mismo año venciendo a todos sus oponentes de manera brillante y en Ecuador 1993 apelando un poco más al oficio y gracias a las mágicas manos de Sergio Goycoechea quien fuera el héroe ante brasileros y colombianos en sendas definiciones por penales.
El equipo había alcanzado la brillante marca de 33 partidos invictos que se cortó precisamente frente a Colombia en Barranquilla al caer por 2 a 1.
Argentina luego venció 2-1 a Perú y empató 0-0 frente a los guaraníes en este mismo estadio de River Plate.
Contaban los argentinos con grandes figuras como el arquero Goicoechea, héroe en el Mundial ´90; el capitán Ruggeri, único sobreviviente de los campeones del ´86; el temible goleador Gabriel Batistuta; el tenaz volante Diego Simeone; el finísimo Fernando Redondo y el preciso lanzador Leonardo Rodríguez.
Los colombianos habían hecho su primer aparición importante en la Copa América 1987 con Carlos “el pibe” Valderrama como sensación. El triunfo en la Copa Libertadores de Nacional de Medellín en 1989 y la clasificación al Mundial de Italia 90 fueron 2 pasos importantísimos para el crecimiento del fútbol colombiano.
En tierras italianas el conjunto dirigido por Francisco “Pacho” Maturana había superado la primera rueda y cayó en octavos de final merced a un grueso error del carismático arquero René “el loco” Higuita cuando pretendía gambetear al delantero camerunés Roger Milla, quien le quitó la pelota y marcó el gol decisivo.
Las posteriores Copas América ganadas por los albicelestes le permitieron a los cafeteros colocarse entre los 3 mejores equipos sudamericanos junto a Brasil.
Valderrama tenía nuevos compañeros rápidos, potentes y de buen toque como Freddy Rincón, “el tren” Valencia y Faustino Asprilla, además de la bravura de Leonel Álvarez en el mediocampo y la seguridad de Oscar Córdoba en el arco quien reemplazaba al famoso Higuita quien se encontraba preso la mediación en un secuestro.
Colombia cosechaba 8 puntos y el equipo local uno menos, por lo que el empate no le servía a Argentina para clasificar y en su fuero íntimo los muchachos de Basile quizás lamentaban oportunidad que habían desaprovechado ante Paraguay en este mismo estadio, quien su0maba 5 puntos y debía ganarle a Perú esperando una impensada derrota Argentina.
Maturana había colocado a sus mejores hombres en el terreno: Un mediocampo de lujo con “Barrabás Gómez” y Leonel álvarez en la recuperación y la distribución de juego, el “pibe “ Valderrama y Rincón en la creación y el tandem ofensivo compuesto por el “tino” Asprilla y el “tren” Valencia. La idea era aguantar los embates de Argentina, recuperar, controlar la pelota y aprovechar la rapidez de Rincón y Asprilla si Argentina no lograba abrir el marcador rápido y se adelantaba desesperadamente dejando espacios a sus espaldas. Así se dio el partido que comenzó con una tromba Argentina aunque sin generar demasiado peligro.
Córdoba controló sin mucho esfuerzo un tiro de Medina Bello desde fuera del área y Batistuta se trastabilló antes de definir un mano a mano tras una perfecta habilitación de Leo Rodríguez quien también tuvo su chance con un tiro libre apenas desviado.
Avisó Colombia con un remate de Freddy Rincón desviado con esfuerzo por Goicoechea tras una serie de amagues. Y a los 41 minutos llegó la primera sorpresa, Valderrama colocó un pase magistral al claro para el pique fulminante de Rincón quien tomó a contrapierna a Altamirano, eludió a Goycoechea con llamativa facilidad y definió con el arco vacío.
Algunos jugadores argentinos como Ruggeri y Simeone mostraban cierto nerviosismo y disgusto por el resultado, pero sobrevino el final del primer tiempo y se llevaron la bronca al vestuario.
Mayor fue la sorpresa cuando a los 5 minutos del complemento Asprilla bajó un pelotazo de más de 30 metros enganchó sobre la marca de Borelli y definió cruzado al segundo palo colocando el 0-2.
A partir de ese momento el equipo argentino evidenció una recuperación que no pudo ratificar en el marcador gracias a la gran tarea del arquero Córdoba quien detuvo de manera admirable 2 disparos a quemarropa de Batistuta y otro de Medina Bello desde muy buena posición. Los minutos pasaban y los nervios crecían en el equipo local. Los colombianos triangulaban la pelota, lo que ponía molestos a los jugadores albicelestes que no retaceaban brusquedades.
Redondo y Zapata no encontraban a Valderrama, Alvarez y Rincón que casi siempre tocaban de primera. Solo el empuje de Simeone y la fuerza de Batistuta lograban preocupar a los cafeteros.
Hasta que a los 62 minutos llegó el golpe de KO de los cafeteros Valderrama tocóo para Asprilla quien arrancó en el centro del campo dejando en el camino a Ruggeri y enfiló en Diagonal hacia la izquierda llevándose a la rastra a Borelli quien lo perseguía infructuosamente, recorrió toda la banda y llegó a la línea de fondo sacándole varios cuerpos a su marcador, metió el centro atrás que desvió Goyco la tomó Leonel Alvarez quien desbordó y colocó otro centro que tomó el mismo Asprilla de sobrepique, la pelota rebotó en el césped y el extraño pique desconcertó al arquero quien tuvo que buscarla dentro del arco.
A partir de ese momento comenzaron los silbidos, abuchedos, coros solicitando a Maradona, quien se encontraba en el estadio y demás demostraciones del disgustado público local.
Dos minutos después llegó el cuarto convertido brillantemente por Asprilla quien la punteó sobre la cabeza de Goycoechea tras capturar una entrega corta de Borelli.
En ese momento la mejor noticia que recibieron los argentinos fue el empate de Perú 2-2 frente a Paraguay que los mantenía en carrera hacia EEUU puesto que Paraguay clasificaba si Argentina perdía por 3 goles de diferencia.
EL equipo argentino era una sombra en la cancha, ya resignado soportó un auténtico baile colombiano mientras las tribunas le gritaban “Ole” a sus propios jugadores ante cada toque o gambeta de los caribeños.
Faltando 5 mintuos llegó el quinto y definitivo convertido por el “tren” Valencia anticipando a Goyoechea tras un centro de Asprilla quien había robado el balón a Ruggeri.
Sin dudas la diferencia de velocidad y precisión entre los colombianos y los argentinos resultaba sorprendente, pero aquella tarde todo terminó con un cerrado silbido de los insatisfechos asistentes al Monumental y un aplauso de reconocimiento a los visitantes por el fútbol que habían desplegado y reconocían haber heredado del éxodo argentino de 1949 a Millonarios con intérpretes de primer nivel como Di Stéfano, Pedernera y “Pipo” Rossi.
La semana posterior transcurrió en una Buenos Aires alterada por 2 hechos aislados aunque relativos al fracaso del domingo: La tapa negra del semanario deportivo “El Gráfico” con un titular tipo catástrofe que rezaba “Vergüenza” y los reproches del ex delantero de los ´60 José Sanfilippo a Sergio Goycoechea por algunos goles con una frase que ya es un clásico - “Pibe, Ud. se comió todos los amagues!” - en un programa televisivo de gran audiencia por entonces.
Colombia llegó como favorito al Mundial y se fue en primera ronda sin alcanzar jamás el nivel de aquella clasificación y siendo derrotado por Rumania y los locales. Seguramente los jugadores no pudieron asimilar la pesada carga de ser candidatos y preferían ser partenaires como en este partido. También hubo que lamentar con posterioridad el asesinato del defensor Andrés Escobar en Medellín por haber cometido el pecado de hacer un gol en contra de su propia valla frente a Estados Unidos.
Argentina jugó el repechaje frente a Australia empatando 1-1 en Sydney y venciendo 1-0en este mismo escenario gracias a un gol rematdo por Batistuta que rebotó en un defensor y descolocó al arquero.
Su suerte en la Copa del Mundo tampoco fue exitosa, cayó en octavos de final frente Rumania por 3-2 después de haber perdido a Maradona (finalmente convocado por Basile), a quien se le encontró efedrina tras el control antidoping posterior al encuentro con Nigeria de la primera fase..
Pero esas son otras historias….
Síntesis
Fecha: 5 de septiembre de 1993, Estadio: Monumental, Buenos Aires (Argentina)-. Argentina (0): Sergio Goycochea; Julio Saldaña, Jorge Borelli, Oscar Ruggeri, Ricardo Altamirano; Gustavo Zapata, Fernando Redondo (69', Alberto Acosta), Diego Simeone, Leonardo Rodríguez (54', Claudio García); Ramón Medina Bello y Gabriel Batistuta. DT: Alfio Basile.Colombia (5): Oscar Córdoba; Luis Herrera, Luis Perea, Alexis Mendoza, Wilson Pérez; Leonel Álvarez, Gabriel Gómez, Carlos Valderrama, Freddy Rincón; Faustino Asprilla y Adolfo Valencia. DT: Francisco Maturana.
Goles: Rincón (41' y 62'), Asprilla (49' y 64') y Valencia (84')
Árbitro: Filippi (Uruguay)
A partir de ese momento comenzaron los silbidos, abuchedos, coros solicitando a Maradona, quien se encontraba en el estadio y demás demostraciones del disgustado público local.
Dos minutos después llegó el cuarto convertido brillantemente por Asprilla quien la punteó sobre la cabeza de Goycoechea tras capturar una entrega corta de Borelli.
En ese momento la mejor noticia que recibieron los argentinos fue el empate de Perú 2-2 frente a Paraguay que los mantenía en carrera hacia EEUU puesto que Paraguay clasificaba si Argentina perdía por 3 goles de diferencia.
EL equipo argentino era una sombra en la cancha, ya resignado soportó un auténtico baile colombiano mientras las tribunas le gritaban “Ole” a sus propios jugadores ante cada toque o gambeta de los caribeños.
Faltando 5 mintuos llegó el quinto y definitivo convertido por el “tren” Valencia anticipando a Goyoechea tras un centro de Asprilla quien había robado el balón a Ruggeri.
Sin dudas la diferencia de velocidad y precisión entre los colombianos y los argentinos resultaba sorprendente, pero aquella tarde todo terminó con un cerrado silbido de los insatisfechos asistentes al Monumental y un aplauso de reconocimiento a los visitantes por el fútbol que habían desplegado y reconocían haber heredado del éxodo argentino de 1949 a Millonarios con intérpretes de primer nivel como Di Stéfano, Pedernera y “Pipo” Rossi.
La semana posterior transcurrió en una Buenos Aires alterada por 2 hechos aislados aunque relativos al fracaso del domingo: La tapa negra del semanario deportivo “El Gráfico” con un titular tipo catástrofe que rezaba “Vergüenza” y los reproches del ex delantero de los ´60 José Sanfilippo a Sergio Goycoechea por algunos goles con una frase que ya es un clásico - “Pibe, Ud. se comió todos los amagues!” - en un programa televisivo de gran audiencia por entonces.
Colombia llegó como favorito al Mundial y se fue en primera ronda sin alcanzar jamás el nivel de aquella clasificación y siendo derrotado por Rumania y los locales. Seguramente los jugadores no pudieron asimilar la pesada carga de ser candidatos y preferían ser partenaires como en este partido. También hubo que lamentar con posterioridad el asesinato del defensor Andrés Escobar en Medellín por haber cometido el pecado de hacer un gol en contra de su propia valla frente a Estados Unidos.
Argentina jugó el repechaje frente a Australia empatando 1-1 en Sydney y venciendo 1-0en este mismo escenario gracias a un gol rematdo por Batistuta que rebotó en un defensor y descolocó al arquero.
Su suerte en la Copa del Mundo tampoco fue exitosa, cayó en octavos de final frente Rumania por 3-2 después de haber perdido a Maradona (finalmente convocado por Basile), a quien se le encontró efedrina tras el control antidoping posterior al encuentro con Nigeria de la primera fase..
Pero esas son otras historias….
Síntesis
Fecha: 5 de septiembre de 1993, Estadio: Monumental, Buenos Aires (Argentina)-. Argentina (0): Sergio Goycochea; Julio Saldaña, Jorge Borelli, Oscar Ruggeri, Ricardo Altamirano; Gustavo Zapata, Fernando Redondo (69', Alberto Acosta), Diego Simeone, Leonardo Rodríguez (54', Claudio García); Ramón Medina Bello y Gabriel Batistuta. DT: Alfio Basile.Colombia (5): Oscar Córdoba; Luis Herrera, Luis Perea, Alexis Mendoza, Wilson Pérez; Leonel Álvarez, Gabriel Gómez, Carlos Valderrama, Freddy Rincón; Faustino Asprilla y Adolfo Valencia. DT: Francisco Maturana.
Goles: Rincón (41' y 62'), Asprilla (49' y 64') y Valencia (84')
Árbitro: Filippi (Uruguay)
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