terça-feira, 9 de novembro de 2010

El día que un bicho colorado casi pica a una Vecchia Signora (1ra. parte)

Juventus y su gran equipo de la temporada 1984/85.


Paolo Rossi junto a Platini, figuras del Campeón de Europa 1985 Sergio Batista, volante central de Argentinos Juniors y la selección Nacional, actual técnico de la albiceleste.


Argentinos Juniors la noche que se consagró Campeón de América



Buenos Aires se caracteriza por ser una de las metrópolis más importantes de Sudamérica. Su conglomerado urbano se nutre de 46 barrios en la capital e innumerables localidades en los suburbios que forman el área metropolitana.
Cada uno de esos barrios posee una fuerte identidad que los diferencia del resto y a la vez enorgullece a sus habitantes autóctonos.
Es inevitable que los clubes más importantes y poderosos como Boca, River, Independiente, Racing y San Lorenzo quieran echar sus raíces en todos los barrios para cosechar más simpatizantes – su historia, títulos y convocatoria lo avalan – pero deben luchar contra los equipos llamados “chicos” de menor poderío, infraestructura y por ende menos populares que se empecinan en defender el honor de su zona de influencia.
Vélez Sarsfield en Liniers, Huracán en Parque Patricios, Ferro Carril Oeste en Caballito, Atlanta en Villa Crespo, Nueva Chicago en Mataderos, All Boys en Floresta y Argentinos Juniors en La Paternal son los equipos más emblemáticos de la Capital Argentina.
Argentinos Juniors se vanagloria de dos hitos fundamentales en su historia: el debut profesional de Diego Armando Maradona en 1976 y la final Intercontinental de 1985 ante Juventus donde cayó tras 120 minutos por la fatídica vía de los penales.
La irrupción de Diego Maradona llevó a los denominados “bichos colorados” al subcampeonato del Torneo Metropolitano de 1980 donde a pesar de quedar lejos de River Plate que se consagró campeón lo venció en las dos oportunidades en las cuales se enfrentaron. Maradona fue la figura y el goleador del torneo y ya comenzaba a ser pretendido por los grandes de Argentina y algunos clubes del exterior.
Boca Juniors se quedó con el astro tras un préstamo millonario para la época y al año siguiente el crack llevó al equipo de sus amores a la conquista del torneo Metropolitano con la invalorable colaboración de Brindisi, Escudero y Perottti entre otros.
No fueron buenos años para el equipo de la Paternal – que jugaba de local en la cancha de Atlanta porque su estadio había sido clausurado en 1979 – ya que por dos temporadas consecutivas peleó por no descender de categoría a pesar de la gran cantidad de dinero que ingresó al club por la transferencia de Maradona al Barcelona.
Sin embargo la comisión directiva privilegió las obras en un complejo deportivo para las divisiones inferiores y el esparcimiento de sus socios en lugar de refaccionar su pequeño estadio.
Angel Amadeo Labruna (1) arribó en Enero de 1983 cuando todavía se disputaba el Metropolitano ’82 y el equipo de La Paternal se salvó de descender por un punto.
Con la base formada por Villalba y Domenech, ambos laterales de buen recorrido y férrea marca, el goleador Pedro Pablo Pasculli, el joven volante central Sergio Batista, el habilidoso puntero Carlos Ereros, el estratega Silvano Espíndola y el prodigioso rematador Mario Videla más los nuevos jugadores como “Pepe” Castro, Miguel Ángel Lemme, José Luis Pavoni y el arquero César Mendoza comienza a formarse el equipo que hará historia. La performance en el Torneo Nacional es auspiciosa puesto que cayeron recién en semifinales ante Independiente luego de haber eliminado sucesivamente a Boza y River.
En el torneo Metropolitano de 1983 el equipo adoptó la idea futbolística de su técnico y los resultados no tardaron en llegar, aparte Ubaldo Matildo Fillol se hizo cargo del arco y el equipo se hizo sólido en defensa e incontenible en ataque. Pero a Labruna lo sorprendió un infarto que terminó con su vida en Septiembre y entonces el equipo decayó hasta terminar en el 8vo puesto.
La contratación del técnico Roberto Marcos Saporiti a fines de ese año continuó con la misma sintonía futbolística de Labruna, y con la llegada de los veteranos J. J. López y Morete, el volante Commiso, el arquero Vidallé , el ex campeón mundial Olguín y el defensor pellegrini se terminó de armar el equipo que se consagraría campeón del torneo Metropolitano de 1984 aventajando por apenas un punto a Ferro carril Oeste y por dos a Estudiantes de La Plata.
Vidallé; Villalba, Pavoni, Olguín, Domenech; Commisso, Batista, Videla; Castro, Pasculli, Ereros es uno de los últimos equipos del fútbol argentino que se recuerdan de memoria, y realmente jugaba muy bien con un sello típicamente argentino respetando la pelota con buen toque y circulación, con juego asociado y sorpresa permanente.
Saporiti tuvo diferencias con los dirigentes y llegó José Yudica, quien había dirigido al Quilmes campeón del Metropolitano 1978. Un nuevo éxito llegó en el larguísimo Nacional de 1985(2) luego de enfrentar a Vélez en 4 finales, en la primera correspondiente a la ronda de ganadores venció por 2-0 con un inolvidable gol olímpico de Videla. Vélez ganó por idéntico marcador la revancha en Liniers y definieron por penales venciendo los de La Paternal por 4-2.
Como Vélez ganó la ronda de perdedores volvieron a disputar otra final. Fue empate 1-1 y derrota en la definición por penales, pero como Argentinos se había impuesto en la ronda de ganadores a un último desempate donde se consagró campeón al vencer por 2-1 con un formidable remate de Batista desde 25 metros y a pesar que Navarro Montoya había atajado previamente un penal ejecutado por Olguín.
Quedaba el desafío de la Copa Libertadores, un torneo muy difícil para un equipo “chico” que clasificaba por primera vez por el consiguiente desgaste del plantel cuando se juegan dos torneos simultáneamente, pero los muchachos de Yudica no se amilanaron. Ante la partida de Pasculli al Lecce de Italia Yudica tuvo que decidir entre el veterano goleador Carlos “puna” Morete o la joven promesa de 20 años llamada Claudio Borghi, un jugador de una habilidad y una rapidez extraordinaria y apostó a la juventud antes que la experiencia. En la primera fase superaron a los brasileros de Fluminense y Vasco da Gama y tuvieron que desempatar con Ferro al que vencieron por 3-1 con 2 de Ereros y el restante del “bichi” Borghi.
En la segunda fase(o semifinal) los rivales fueron Independiente y Blooming de Bolivia. Un empate 1-1 como visitante en Bolivia y 2-2 ante Independiente como local en cancha de Ferro complicaban la clasificación, pero vencieron a los bolivianos por 1-0 con gol de Videla y llegaron al último partido frente a Independiente en Avellaneda donde solo les servía ganar para llegar a la final.
Fue uno de los partidos más emocionantes que se recuerde en la Copa Libertadores. Argentinos se puso rápidamente en ventaja por 2-0 con goles de Castro y Videla de penal. Independiente descontó a través de Percudani sobre el final del primer tiempo. En la segunda etapa el equipo rojo buscó desesperadamente el empate que lo llevaba a la final y Argentinos se defendía con la tenencia de la pelota. Hasta que faltando 3 minutos el ´´arbitro cobró penal para los locales y Vidallé se lo atajó a Marangoni decretando el pasaporte a la ansiada final.
América de Cali era un respetable conjunto colombiano que contaba en sus fillas con el arquero argentino Falcioni y su compatriota el “tigre” Gareca más el exquisito toque de Willington Ortiz y la potencia de Roberto Cabañas.
La primera final en cancha de River fue un trabajoso 1-0 con gol de Commisso en la primera etapa. En Colombia se repitió el marcador pero a favor de los cafeteros con tempranero gol de Ortiz en un partido donde a los “bichos” le anularon 2 goles por discutibles offsides. La reglamentación obligaba a un desempate que se jugó en el Estado Defensores del Chaco en Asunción del Paraguay. Fue 1-1 en tiempo reglamentario gracias al agónico empate de Gareca faltando 3 minutos y cuando los argentinos saboreaban la Copa. Tuvieron que definir mediante la ejecución de penales
Ninguno había fallado hasta que llegó el quinto penal de América ejecutado por el juvenil Antoni de Ávila, al cual lo traicionaron los nervios permitiendo que Vidallé se convierta en héroe. Videla con su habitual frialdad definió la contienda declarando a los “bichos colorados” como el mejor equipo de América.
La Juventus de Italia, se sabe, es uno de los equipos más importantes del Mundo vinculado desde hace más de 80 años a la familia Agnelli dueños del grupo industrial Fiat. Es el equipo más ganador de la Liga Italiana y el único conjunto italiano que ha vencido en todas las competencias internacionales que se disputan.
Testigo incómodo de los títulos locales e internacionales de los clubes milaneses durante la década del ´60 con la sola excepción de la Liga 1966/67 y la Copa de Italia 1964/65 fue a partir de la asunción de la presidencia de su ex figura Giampiero Boniperti en 1971. Comenzó un proceso de reclutamiento de las mayores figuras del fútbol local. Fue así que arribaron al club el arquero Dino Zoff y el veterano delantero José Altafini del Nápoli, el bravo volante Fabio Capello de la Roma, el habilidoso Franco Causio del Palermo quien ya había jugado para el club turinés en 1967/68, el recio defensor Claudio Gentile del Varesse recién ascendido y su compañero de equipo, el delantero Roberto Bettega quien se encontraba a préstamo en dicha institución.
Fue así que conquistó la Liga de 1971/72 y alcanzó la final de la Copa de Campeones al año siguiente donde cayó ante el invencible Ajax de Johan Cruyff por 1-0 en Belgrado.
Ante la negativa del Ajax de disputar nuevamente la Copa Intercontinental con Independiente de Avellaneda, dominador del escenario sudamericano por esos tiempos al cual ya había vencido el año anterior, Juventus proponía jugar con la única condición que se disputara un solo cotejo en Roma. El equipo argentino aceptó el desafío y venció a la Juve por 1-0 tras un magnífico gol de Bochini cuando faltaban 10 minutos para el cierre del partido culminando una brillante acción individual que había comenzado en una de sus típicas paredes con Bertoni. Juventus tuvo varias chances, entre ellas dos tiros en los postes de Mazzola y Bettega y un penal lanzado por Cucureddu por encima del travesaño. Pero la defensa de Independiente fue sólida y el mediocampo se dedicó a controlar el balón con sucesivos pases para congelar el partido y alzarse con la Copa.
Posteriormente la Juve siguió animando el calcio, pues obtuvo las ligas del año siguiente y las de 1974/75, 1976/77 y 1977/78 y la Copa de Italia 1978/79 cerrando una década pródiga que sin embargo no llegó a consolidarse en la Copa de campeones dominada por los clubes ingleses aunque llevó a Turín la primera Copa UEFA en 1977 tras derrotar al áspero Athletic de Bilbao 1-0 en casa y caer 1-2 en san Mamés pero coronándose por el gol de visitante.
Desde 1976 el entrenador era Giovanni Trapattoni, quien había sido multicampeón como jugador de Milan en los años ´60, firme defensor del catenaccio y el juego de contraataque veloz e implacable. Trapattoni conformó la base de las selecciones italianas que participaron de los Mundiales 1978 y 1982. El veterano Zoff en el arco, Scirea y Gentile firmes en la zaga central con Cuccureddu y Cabrini jugando de laterales conformaban la defensa. Romeo Benetti y Giuseppe Furino eran los motores del mediocampo por sacrificio y entrega, Marco Tardelli asumía funciones más ofensivas y se juntaba con Franco Causio para generar los ataques que Bettega y el veterano Boninsegna se encargaban de definir.
La década siguiente comenzó con dos títulos consecutivos en la Liga entre 1980 y 1982. La llegada al equipo de Paolo Rossi tras cumplir una suspensión por estar implicado en el tema de las apuestas, Doménico Marocchino y el juvenil Giuseppe Galderisi trajeron nuevos aires a la “Vecchia Signora”, como se conoce al conjunto de Turín, pero fue la apertura a los jugadores extranjeros tras el Mundial de España el que dio nuevo impulso a las ambiciones europeas del equipo turinés.
En efecto, el arribo de las máximas estrellas de sus selecciones nacionales, el francés Michel Platini y el polaco Zbigniew Boniek, quienes empujaron al conjunto de Trapattoni a la conquista de Europa. Estuvo muy cerca en 1983 cuando llegó a la final frente al Hamburgo, típico equipo alemán donde la fuerza y el estado físico priman sobre la habilidad y la destreza y que poseía jugadores del calibre de Hrubesh, Rolff, Jakobs, Kaltz y donde se destacaba por su manejo Felix Magath. La Juve cayó por 1-0 con un gol de larga distancia de Magath a los 15 minutos que demostró que a Dino Zoff los 41 años le estaban pesando. No tuvo reacción el equipo italiano porque nunca desplegó un juego colectivo sino que fue un cúmulo disperso de individualidades sin brillo, tampoco tuvo la fuerza anímica para revertir la historia a pesar de tener seis campeones mundiales más el invalorable aporte de Platini, Boniek y Bettega en el terreno de juego.
Sin embargo ese año ganó la Copa de Italia, pero la Roma de Falcao y Cerezo se alzó con el título , por lo tanto la Juve jugó la Recopa de 1983/84. Con el potencial futbolístico que tenía no fue aventurado pensar que llegaría a la final y así ocurrió. Despachó al Manchester United en el estadio Delle Alpi por 2-1 con un agónico gol de Paolo Rossi en el minuto 89 tras empatar 1-1 en Old Trafford. Su rival en la finalísima fue el Porto que había vencido inesperadamente al Aberdeen de visitante por 1-0. La Juve fue muy superior en todo el trámite del partido sobre todo por la ineficacia ofensiva del Porto que dominaba terreno y pelota pero no creaba situaciones. El quipo italiano finalmente venció por 2 a 1 con goles de Vignola y Boniek obteniendo así un trofeo que si bien no tenía la importancia de la Copa de Campeones lo impulsaba a seguir siendo considerado uno de los mejores conjuntos del continente.
Al año siguiente ganó nuevamente la Liga aventajando por 2 puntos a la Roma y regresaba a la Copa de Campeones de Europa. Tras dejar en el camino sucesivamente al Grasshopper suizo, al Sparta Praga y al difícil Burdeos llegó a la final en Bruselas frente al experimentado Liverpool de Dalglish, Rush, Neal y Whelan. Fue un partido precedido por una terrible tragedia en la que perecieron por asfixia 38 espectadores italianos que habían sido aplastados contra un muro por la furia de los ingleses y la ineficacia de la policía y los organizadores. Platini convirtió el único gol a los 56 minutos tras ejecutar un penal que había derivado de una clara falta fuera del área que el árbitro suizo Daina interpretó que fue dentro de las 18 yardas. Con la ventaja el equipo italiano se dedicó a enredar al Liverpool en su telaraña defensiva y a rechazar todos los centros que caían en su propia área. La Juventus por fin conseguía la tan ansiada Copa de Europa cuyos fanáticos miraban de reojo desde la década de 1960.

(1) Máximo goleador de la historia de River Plate. Convirtió 292 (293 según estudios recientes) goles en 515 partidos. Posteriormente dirigió a River obteniendo los torneos Metropolitano y Nacional 1975, Metropolitano 1977, Metropolitano y Nacional 1979 y Metropolitano 1980.
(2) Fue el último torneo Nacional disputado desde la reestructuración de 1967. La intención fue permitir que los clubes indirectamente afiliados a la AFA tuvieran la posibilidad de ascender y jugar en la primera división. Por tal motivo se creó el torneo Nacional B con la participación de clubes del área metropolitana de la ex primera B y los clubes más importantes del interior que clasificaron en sus diferentes zonas geográficas.

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