sexta-feira, 23 de outubro de 2009

USA 1 Inglaterra 0, 1950. Increíble pero real

El equipo americano posa para los fotógrafos antes de la hazaña
El saludo de los capitanes Wright y Mc Ilveny

El momento decisivo. Williams no lopuede creer, Gaetjens tampoco


El héroe haitiano es llevado en andas al final del cotejo



Camiseta utilizada en el histórico partido exhibida en el Museo Nacional de Soccer


Bahr, Pandiani, Keough y Borghi homenajeados en 2004

Fue la primera gran sorpresa en la historia de los mundiales. Ocurrió durante la disputa del torneo que organizó Brasil en 1950.
Fue un torneo complicado para diagramar puesto que 3 de los 16 asistentes previstos rehusaron participar por diferentes razones y resultaron 13 los equipos participantes, los cuales se dividieron en 4 grupos: 2 grupos con 4 equipos, uno de 3 y el restante con 2 participantes: Uruguay y Bolivia, con lo cual el conjunto rioplatense solo necesitó cuatro partidos para coronarse campeón al igual que Italia en el último mundial de pre-guerra.
Precisamente uno de los grupos de 4 equipos estaba conformado por Inglaterra, España, Estados Unidos y Chile.
Los ingleses eran grandes favoritos y por primera vez decidían participar de un mundial. Todavía eran considerados los “maestros” del fútbol y ocasionalmente jugaban fuera de las islas Británicas. Aunque no era invencible, pues había caído durante sus visitas a Suiza y Suecia evidenciaba que cuando jugaba realmente en serio era un equipo temible que contaba con una generación de grandes jugadores como Stanley Matthews, Tom Finney, Stan Mortensen, Will Mannion, Billy Wright, John DIckinson, Alf Ramsey por nombrar solamente a los más destacados.
Para este mundial se dispuso realizar una eliminatoria que en el caso de los británicos se dirimió con la disputa del Campeonato Británico de Naciones de 1949 en el cual Inglaterra terminó en primer lugar y Escocia en el segundo, aunque éstos últimos se rehusaban a participar del torneo sino finalizaban en primer lugar y así lo hicieron.
El último partido de los ingleses frente a un seleccionado de primer nivel había sido en lo que se denominó por entonces “el partido del siglo” frente a los italianos en 1948 en Turín a los cuales batieron sin problemas por 4-0 cuando los italianos todavía contaban con la base del multicampeón Torino un año antes de la tragedia aérea de Superga.
Para tener una magnitud del potencial de los ingleses, un mes antes del Mundial se organizó una gira por Europa y Norteamérica de un combinado de la FA o seleccionado “B” en el cual viajó Matthews quien luego se incorporó al equipo nacional “A” que ya estaba concentrado en Brasil a las órdenes de Walter Winterbotton y que había batido sin problemas a Portugal 5-3 en Lisboa y a Bélgica 4-1 en Bruselas como inicio de la gira mundialista durante el mes de mayo del ´50.
El equipo norteamericano estaba formado en su mayoría por futbolistas amateurs hijos de italianos, latinos, un escocés, un haitiano y un belga que además de representar a sus equipos de la Liga Norteamericana tenían empleos formales y percibían una remuneración irrisoria de 25 dólares por partido.
Habían logrado su clasificación en un triangular con partidos de ida y vuelta disputado íntegramente en México donde además del local participaba Cuba.
Los yanquis perdieron estrepitosamente con los aztecas por 6-0 y 6-2, pero pasaron gracias a un empate 1-1 y una victoria 5-2 frente a los cubanos.
Siete jugadores participantes en esa clasificatoria llegaron a Brasil: Borghi, Bahr, Colombo, Keough, J. Souza, Wallace y DiOrio. El resto fue seleccionado tras un encuentro entre dos combinados del Este y el Oeste que finalizó 3-3 y sirvió al flamante técnico William Jeffrey, escocés de nacimiento para elegir el plantel definitivo que viajó a Brasil sin muchas esperanzas pero con gran expectativa.
Dieciocho días antes del Mundial habían jugado en Nueva York con el combinado “B” de Inglaterra perdiendo apenas por 1-0; sabían que la historia ahora sería distinta, pero estaban orgullosos de representar a su país en tamaña gesta y perderían con la frente en alto. También habían perdido estrepitosamente con el Besiktas turco por 5-0 unos días después.
Dentro del equipo estadounidense el grupo más homogéneo era el conformado por los jugadores de Saint Louis entre los que se encontraban el arquero Frank Borghi, el defensor Harry Keough (empleado postal), el volante Charly Colombo y los delanteros Frank Wallace y Gino Pariani. Wallace, cuyo verdadero apellido era Valicenti estuvo en la segunda guerra en el ejército y fue prisionero de guerra de los alemanes. Borghi sirvió en la US Navy Integraban además el equipo Ed y John Souza, quienes no tenían ningún parentesco aunque jugaran para el mismo equipo, el Ponta Delgada en Fall RIver.
Los extranjeros eran el belga Joe Maca, el escocés Ed Mc Ilveny (capitán frente a los ingleses) y el haitiano Joe Gaetjens. Los 3 últimos viajaron a Brasil con pasaportes falsos, puesto que no tenían la ciudadanía estadounidense y sólo Macas la obtuvo después del torneo. También estaba Walter Bahr, maestro de escuela y gran organizador dentro del campo de juego. Había también dentro del grupo un carpintero, un enterrador, un lavacopas, algunos oficinistas y hasta un enterrador.
En la primera fecha los yanquis cayeron ante España por 3-1 aunque ganaban 1-0 faltando 10 minutos y no pudieron detener a la furia española.
Los británicos por su parte vencieron 2-0 a Chile dejando muchas dudas y pocas certezas de su verdadero potencial.
Y llegó el día del partido en Belo Horizonte, el DT inglés Winterbotton prefirió resguardar a Matthews para el último partido consciente de su superioridad y para posibilitar la perfecta recuperación de una lesión que arrastraba el crack.
Jeffrey por otra parte produjo el cambio decisivo salió Robert Craddock e ingresó Gaetjens.
Salieron los equipos al estadio Independencia los americanos con casaca similar a la de Perú con pantalones azule, los ingleses con casaca azul y pantalones blancos.
Will Mannion dijo sarcásticamente a los americanos: ¡Muchachos, buenas vacaciones en Brasil! Dando por cierto el seguro paseo que tendrían los británicos.
Comenzó el partido con gran predominio inglés, a los 90 segundos Borghi había desviado al corner un potente remate de Bentley. Pasados veinte minutos Inglaterra había estrellado dos veces la pelota contra los postes y Borghi nuevamente habá salvado a los suyos.
El juego era interesante a la precisión y el orden de los ataques ingleses se oponían el desorden y el entusiasmo de los estadounidenses que poco a poco se acercaban al área inglesa. John Souza hizo intervenir brillantemente al arquero inglés Williams e Inglaterra pudo abrir el marcador de contraataque a través de Motensen, pero su remate pegó en el travesaño. Posteriormente Borghi salvó un cabezazo de Finney.
Y a los 38 minutos llegó la sorpresa: Bahr recibió del volante Suoza, essquivó a un defensor inglés y metió un pelotazo desde 30 metros sin mucho peligro que Gaetjens alcanzó a tocar casi con la nuca descolocando al sorprendido Williams que salía a interceptar.
El gol fue recibido por una ovación por los 11.000 espectadores que esperaban ver una lección de los maestros ingleses y se encontraban con una realidad diferente.
Finney pudo empatar sobre el final de la etapa, pero el árbitro pitó antes que pudiera rematar.
Durante la segunda etapa Inglaterra fue una tromba, varios disparos de los británicos son detenidos por Borghi, comienza además a agigantarse la presencia de Bahr y Colombo. Recién a los 10 minutos los yanquis escapan del asedio y Suza exige a Wiliams quien desvía al corner, luego es Wright quien aleja el peligro tras una serie de rebotes en el área inglesa.
Mortensen en 2 ocasiones exige a Borghi quien responde satisfactoriamente y luego falla inexplicablemente rematano desviado junto al poste izquierdo desde una buena posición.
Faltando poco Pariani ejecuta una brillante maniobra individual pero no puede rematar al ser trabado por Ramsey cuando había quedado mano amano con Williams.
Faltando 8 minutos Columbo derriba a Mortensen en la línea del área pero el árbitro concede tiro libre. Lo ejecuta Mullen y lo contiene Borghi convertido a esta altura en gran figura del encuentro. Y llega el final ante la algarabía de los yanquis que llevan en andas al goleador Gaetjens y al delantero Souza.
El árbitro italiano declaró: “Si yo no hubiera pitado aquel partido, jamás me hubiera creído lo que sucedió allí”.
Los diarios inglese que recibían los cables telegráficos desde Río no lo peodían creer. “Información errónea” contestaban. “Rectifiquen mensaje” agregaban. Algunos diarios pensando que se trataba de una omisión publicaron: “Inglaterra 10 Estados Unidos 1. Una vez más lo inverosímil en el fútbol se trasformaba en creíble.
En la última fecha España batió a los ingleses por 1-0, con Matthews en la cancha, dejándolos fuera de la competencia con el recordado gol de Zarra y los yanquis cayeron sin atenuantes por 5-2 quizás sintiendo el desgaste producido ante los ingleses y la falta de costumbre de jugar tan seguido.
Tiempo después partieron al viejo continente Gaetjens (Racing de París) Macas (Racing white de Bégica) y Mc Ilveny (Manchester United). Keough y Bahr fueron exitosos entrenadores de la Liga Norteamericana. El resto siguió con sus empleos formales.
La vida de JoGaetjens terminó trágicamente en su país de origen bajo la dictadura de “Papa Doc” Duvalier en 1964, puesto que se había hecho muy popular y algunos de sus familiares eran firmes opositores al regimen.
En 2004 los sobrevivientes Borghi, Bahr, Keough y Pariani le contaron todos los detalles al autor Geoffrey Douglas quien escribió el libro “El partido de sus vidas”,el cual fue llevado un año después al cine en una historia digna de Hollywood con los héroes americanos triunfando sobre sus fuertes oponentes.

Síntesis:
Belo Horizonte, 29/6/1950
Espectadores: 11.000

Inglaterra (0): Williams; Ramsey, Aston, Wright (c), Hughes; Dickinson, Finney, Mannion, Bentley; Mortensen, Mullen. DT: W. Winterbottom
Estados Unidos (1): Borghi; Keough, Maca, Bahr; Mc Ilveny (c), Colombo; Wallace, Pariani, Gaetjens, E. Souza, J. Souza. DT: Bill Jeffrey

Gol: 38’ Gaetjens (EEUU)
Árbitro: Generoso Datillo (Italia)



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