terça-feira, 28 de junho de 2011

Crónica de un final anunciado: River pierde la categoría - Vélez campeón

Cuando el 8 de Junio de 2008 River Plate vencía por 2-1 a Olimpo y obtenía su 33º título local nadie podía imaginar que tres años después el poderoso equipo argentino descendería al torneo Nacional “B”. A pesar que la situación financiera del club no era la mejor y que no festejaba desde 2003 el campeonato obtenido servía como bálsamo para atemperar las duras críticas que la comisión directiva presidida por José María Aguilar.
Durante este trienio la dirigencia encabezada primero por el citado Aguilar y posteriormente por el mítico ex capitán Daniel Passarella devenido en presidente del club a fines de 2009 demostraría que nada es imposible en el fútbol argentino.
Transferencias sospechosas, malas contrataciones, pésima organización, falta de rumbo futbolístico fueron algunas de las razones para que la entidad del Barrio de Núñez sufra la mayor crisis económica quedando al borde de la quiebra. Los resultados tampoco ayudaban, muchos jugadores transitaban con pena y sin gloria, los más veteranos volvían con evidentes problemas físicos, los más jóvenes no llegaban a asentarse en primera división y muchos refuerzos no llegaban a su mejor nivel porque la banda roja les quedaba muy grande. Los técnicos también desfilaban: Simeone pasaba de campeón a último, Gorosito no levantaba cabeza, Astrada tampoco podía torcer la historia, Cappa y su tiki-taka no convencían y el equipo miraba de reojo la promoción.
Hasta que llegó J.J. López, frío y calculador como pocos priorizó el arco propio antes que el contrario, parecía que River salía del pozo, pero sobre el final el equipo se hundió en la mediocridad después de perder con Boca el clásico comenzaron las dudas de su arquero Carrizo y la defensa y sobre todo la falta de gol que lo llevó a no ganar más partidos registrando 4 empates y la derrota de la última fecha ante Lanús en un Monumental tan repleto como absorto que observaba impotente como su equipo jugaría la promoción decretada por la victoria de Olimpo ante Quilmes y la impericia de sus jugadores. Cada fecha que pasaba después del clásico perdido ante Boca crecía en la gente el miedo, cada paso en falso que daba el equipo lo acercaba más al precipicio, cada sospecha se confirmaba hasta que llegó el tan temido desenlace.
Llegaron los partidos por la promoción ante un motivado Belgrano de Còrdoba que había sido el mejor equipo de la segunda rueda del Torneo Nacional “B”.
El primero, disputado en el pequeño y elegante estadio de Barrio Alberdi (1) mostro dos facetas opuestas, por una parte el local que salió a disputa el partido como una verdadera final avasallando a su rival e imponiéndole su condición de local y su experiencia; por la otra un equipo timorato y nervioso con muchos juveniles inmaduros para este tipo de definición. El resultado es conocido: venció Belgrano por 2-0 primero aprovechando la inocencia de Adalberto Román que bajó una pelota en su propia área con la mano y Mansanelli transformó en gol tras la ejecución del penal y posteriormente tras un córner que peinaron hacia el segundo palo donde el “picante” Pereyra arremetió poniendo cifras definitivas. River fue un equipo sin alma que motivó inclusive que algunos hinchas ingresaran al campo de juego para reclamarle a algunos jugadores mayor actitud tratando de despertarlos de su letargo futbolístico.
La revancha en el Monumental no pudo empezar de a mejor manera para River pues a los cinco minutos ganaba 1-0 con una impresionante media vuelta de Pavone que ingresó pegada al palo izquierdo de Olave, River fue superior en el primer tiempo pero no pudo ampliar diferencias porque el arquero, la defensa y los fallos del árbitro Pezzotta (debió expulsar a un defensor de Belgrano y omitió un claro penal a Caruso) se lo impidieron. Para la segunda etapa el técnico Zielinski hizo ingresar a Andrizzi por Maldonado consciente que River podía dejar espacios para aprovechar y en una falla en el cierre entre Juan Manuel Dìaz y Ferrero el rebote le cayó a Farré que conquistó el empate y enmudeció al Monumental. Hubo tiempo para que Pavone desperdiciara un penal, faltaban todavía 20 minutos pero el duelo estaba sentenciado. La tristeza, la incredulidad y la resignación se adueñaron de los simpatizantes locales y el desconsuelo hizo su aparición en los rostros de los jugadores. El fantasma del descenso se había transformado en realidad y sobrevolaba la tarde del Monumental.
Debemos separar los hechos extra futbolísticos que ocurrieron al final del encuentro que incluyen la invasión del terreno, los disturbios en algunas tribunas, la rotura de gran parte de las instalaciones del estadio, los enfrentamientos con la policía, los destrozos y los saqueos en la zona aledaña al estadio que responden a la bronca producida y al deseo de expresar su disconformidad ante la gravedad de la situación vivida sin justificar para nada este tipo de reacción como así tampoco el accionar de los efectivos policiales que se sintieron desbordados por la ira incontenible de la gente
El Nacional “B” encierra para River un verdadero desafío, a una drástica reducción en el monto percibido por la televisación de sus partidos deben agregarse la disputa de un torneo extenso de dos ruedas de duración donde hay mucha paridad, la aspereza en la marca amparada muchas veces por los árbitros, la imposibilidad de contar con su público de visitante, los continuos viajes al interior del país, las canchas de dimensiones más reducidas con alambrados pegados a la línea de cal y con terrenos de juego desparejos, la falta de comodidades y confort necesarios, el desplazamiento de los titulares de los diarios, noticieros, páginas de Internet a un segundo plano de trascendencia.
Deberá tener en cuenta además que algunos jugadores de su plantel – sobre todo los más jóvenes provenientes de sus inferiores – no querrán jugar en una categoría inferior puesto que su cotización desciende notoriamente y su plataforma de despegue internacional se cierra abruptamente, los sueldos además son inferiores y la adaptación es impredecible.
Resta saber qué pasará con la actual comisión directiva, quién será el técnico que asumirá tal responsabilidad, que jugadores se quedarán y quienes llegarán para disputar este arduo torneo. Los errores cometidos por Rosario Central durante este aciago año de permanencia en la categoría deberían ser asimilados por los millonarios para evitar situaciones análogas.
“Nuca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio” recita Joan Manoel Serrat y esta frase se aplica al presente de los millonarios que deberán dejar de buscar las razones que provocaron la caída en este pozo y ponerse a trabajar para salir de esta incómoda posición donde River Plate jamás debió haber llegado.
Pero será fácil esta salida? No lo sabemos, dependerá del manejo de la dirigencia, de los jugadores que hagan frente a esta situación, del cuerpo técnico que prepare el equipo, de las críticas de los periodistas y de la paciencia de sus aficionados. Lo ideal es volver el próximo año pero nadie puede asegurarlo a ciencia cierta. Volverá pronto o estará confinado a pasar más años en la segunda división del fútbol argentino. La grandeza de River supera todos los interrogantes, pero realmente quién pensaba a principios de año que podía descender?
Por la trascendencia de lo ocurrido con River, el título magníficamente logrado por Vélez Sarsfield (39) en el recientemente finalizado torneo Clausura pasó a un segundo plano. El conjunto de Liniers redondeó así una buna temporada donde inclusive llegó a las semifinales frente a Peñarol y de haber convertido el uruguayo Silva el penal otorgado en el partido de vuelta podría haber llegado la final con Santos.
Aunque obtuvo menos puntos que en el anterior torneo cuando escoltó a Estudiantes el elenco velezano mantuvo su estructura donde se destacaron el arquero Barovero, los centrales Domínguez y Ortiz, el veterano volante y capitán Cubero, el experimentado Zapata, el impetuoso Augusto Fenández, el talentoso Maxi Moralez, el desequilibrante delantero “burrito” Martínez y el uruguayo Silva que a pesar de no jugar varios partidos por lesión fue fundamental durante las últimas fechas. La gran aparición del juvenil “Ricky” Álvarez, la recuperación de Emiliano Papa y la actitud de los suplentes David Ramírez y Guillermo Franco cuando les tocó ingresar fueron las novedades de este torneo. Punto para la dirigencia que le ratificó su confianza al técnico Gareca quien obtuvo así se segundo título en la entidad de Liniers.
Lanús (35) tuvo un comienzo dubitativo, pero luego terminó afianzándose como equipo y perdió su chance de pelear el título recién en la penúltima fecha cuando cayó ante Argentinos Juniors como local, pero quedará para la historia por haber enviado a RIver a jugar la promoción al derrotarlo en el propio Monumental de Núñez por 2-1 con un agónico gol. Se destacaron en el equipo granate el volante Diego Valeri, el uruguayo Regueiro, el incansable Pelletieri y el goleador cordobés Romero.
Godoy Cruz de Mendoza (34) también peleó casi hasta el final cuando el sorpresivo empate de Gimnasia y Esgrima de La Plata como local y la posterior derrota ante Vélez en Liniers lo dejó fuera de carrera aunque participará de la próxima Copa Sudamericana. Se destacaron en el conjunto cuyano los volantes Villar, Donda y Sánchez.
Olimpo (30) se salvó definitivamente de todo en la última fecha cuando venció por 1-0 a Quilmes con un tempraneo gol de Rolle y con una magnífica actuación del arquero Ibánez quien tuvo que reemplazar al lesionado Tombolini durante el encuentro. EL equipo de Bahía Blanca tuvo un muy buen comienzo, pero luego se diluyó al perder poder ofensivo por algunas lesiones; sin embargo se hizo fuerte de local y se mantuvo siempre al borde de la promoción. Este resultado condenó a los cerveceros a volver durante la próxima temporada al Nacional “B”. La levantada del equipo bajo la conducción técnica de Ricardo Carusso Lombardi finalmente no alcanzó para mantenerse en primera división.
Argentinos Juniors (30) no tuvo una actuación formidable, pero fue un rival difícil para todos los equipos que enfrentó basado en una gran solidez defensiva, un mediocampo batallador y jugadores rápidos para el contragolpe como Rius y Oberman más la agradable aparición del juvenil Nicolás Blandi.
Independiente (29) provocó una gran actuación en las últimas fechas del torneo que le permitieron respirar un poco más aliviado y cerrar con una implacable goleada frente a Huracán por 5-1 que si no mandó al equipo del globito directamente a jugar el Nacional ”B” fue porque Boca le empató a Gimnasia y Esgrima de la Plata en la última jugada del parido y le dio oxigeno al equipo de Parque Patricios por 72 horas más permitiéndole un desempate impensado minutos atrás cuando el descenso estaba casi decretado..
Huracán y Gimnasia dirimieron en la Bombonera quien jugaba la promoción y quien descendía directamente. Los platenses hicieron pesar su mayor experiencia en este tipo de cotejos – jugará su tercera promoción consecutiva – y derrotaron a sus oponentes por 2-0 aprovechando además las dos expulsiones que sufrieron los del globito en un partido donde jamás resignaron la lucha. Parece mentira que dos años atrás cuando era dirigido por Ángel Cappa haya estado a siete minutos de consagrarse campeón. Una amuestra más de la poca seriedad y los recurrentes problemas financieros que aquejan a la mayoría de los clubes de nuestro alicaído fútbol.
En estos días se decidirá si Gimnasia acompaña a River o enfrenta a Belgrano de Còrdoba en el próximo torneo Apertura. Perdió por 1-0 ante San Martín de San Juan y debe ganar en el bosque platense al menos por idéntico marcador para quedarse en primera división aprovechando la ventaja deportiva que ostenta el equipo proveniente de la mayor categoría en estas definiciones.
Boca (28) redondeó una campaña aceptable aunque lejos de las expectativas iniciales. El hecho más destacable y emotivo del torneo fue la despedida de Palermo en la Bombonera tras el empate con Banfield de la penúltima fecha. Queda para el futuro una deuda pendiente con el funcionamiento del equipo que salvo en algunos partidos no fue el que pretendía el técnico.
Racing y San Lorenzo (ambos 23) no pasaron inadvertidos en el torneo aunque sus resultados no fueron los más óptimos puesto que ninguno de los dos pudo clasificar a la Copa Sudamericana. En la academia solo pueden destacarse las grandes actuaciones del colombiano Teófilo Gutiérrez, un finísimo delantero al cual muchos comparan con el “palomo” Usuriaga, la voluntad de Lugüercio y Yacob y muy poco de Toranzo.
Ramón Díaz se fue de San Lorenzo sin conseguir grandes resultados cuando el “Falcon” (2) comenzó a fallar y no regulaba bien. Los inocultables conflictos con la nueva comisi{on directiva y la falta de rumbo futbolístico de un plantel regular aceleraron la renuncia del riojano. El “turco” Assad tratará de enderezar el rumbio futbolístico del “ciclón” pero dependerá mucho de las incorporaciones.
Y así culminó otro torneo corto argentino, el cual será más recordado por el descenso de River que por el título logrado por Vélez Sarsfield. Nadie se olvidará tampoco de la vibrante lucha por no descender que motivó que 5 partidos se jugaran al mismo horario en un esfuerzo descomunal de la televisión argentina por llevar todos los partidos a los hogares de todo el país.
Seguramente con la Copa América nos encolumnaremos detrás de nuestra selección olvidando por un momento los avatares del fútbol doméstico y con la esperanza de obtener nuevamente el trofeo tras 18 años de amarguras. En agosto la pelota volverá a rodar con el comienzo de un nuevo torneo Apertura, el primero en la historia sin la presencia del otrora glorioso River Plate.

(1) No se jugó en el estadio mundialista de Córdoba “Mario Alberto Kempes” (ex Chateau Carreras) por realizarse los últimos preparativos para la disputa de la Copa América en esta subsede.
(2) Cuando Ramón Díaz asumió por segunda vez la dirección técnica de San Lorenzo dijo humorísticamente que su equipo era un “Falcon familiar, porque va a ser duro de chocar” refiriéndose a la falta de figuras en su equipo que hacía que su juego se tornara duro con mucha marca y poco juego en pos de un buen resultado. La comparación era con el automóvil grande, tosco, peo noble, confiable y de gran regularidad que Ford fabricó por más de 30 años en Argentina (1962-1991).

Síntesis del Torneo Clausura 2011:
Campeón: Vélez Sarsfield (clasifica a la Copa Libertadores 2012)
Descendieron al Nacional “B”: Quilmes (directo), Huracán (desempate), River Plate (promoción).
Ascendieron desde el Nacional “B”: Atlético de Rafaela (campeón), Unión de Santa Fe (subcampeón), Belgrano de Córdoba (promoción)
Resta definir si Gimnasia y Esgrima de La Plata conserva la categoría o si San Martín de San Juan asciende (jueves 30/6/11 - 14.30 hs Argentina)
Clasificados a la Copa Sudamericana: Independiente, Velez Sarsfield, Estudiantes de La Plata, Godoy Cruz de Mendoza, Lanús, Arsenal y Argentinos Juniors

Nenhum comentário: